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¡Somos Campeones! (2018)

“¡Somos campeones!” es una comedia dramática del año 2018, dirigida por Javier Fesser que narra la vida a través de la fortaleza, de la mirada ingenua, diversa, cómica y natural, de unos personajes con capacidades diferentes, que nos enseñan de la vida, más que lo que podemos enseñarles.

Sinópsis

En 2008, Javier Fesser nos deslumbró hasta el pasmo de lo emocional y lo mágico con “Camino”, pasaron diez años para que el director español nos trajera otra cinta que deslumbra y alumbra, con “¡Somos Campeones!”.

Somos Campeones
“Somos Campeones”, Universal Pictures.

Fesser nos atrae hasta el sub mundo de lo impredecible, de lo cómico, lo trágico y culmina con una lección de vida a través de los ojos de Marco (Javier Gutierrez), quien interpreta a un entrenador prometedor pero que durante un partido importante su comportamiento egoísta lo lleva a ser expulsado; en consecuencia, insulta al primer entrenador y posteriormente, en medio de una crisis, bebe hasta emborracharse, teniendo un problema con la policía que lo encierra.

En el juicio se le declara culpable debiendo pagar su condena a través de servicio comunitario durante tres meses, periodo durante el cual entrenará a un caótico grupo de personas con diferentes pero únicas discapacidades que intentan jugar basquetbol y se conocen como “Los Amigos”, guiados por el viejo sabio Julián (Juan Margallo).

El discurso

Tengo un problema con esta película, que va unida a un fuerte discurso de la agenda de izquierda, y no digo que deban ignorarse derechos de las personas con discapacidades, pero me parece que usar medios artísticos, como el cine, para promover un discurso de inclusión, más allá del análisis de la problemática, de la profundidad, que ya se había hecho con “Wonder” de Stephen Chobsky, donde un niño marginado socialmente por su deformidad aborda una importante lección de inclusión alejada del sentimentalismo.

Recientemente con “Don’t Worry, He Won’t Get Far On Foot”, donde la discapacidad se ve superada por la capacidad de querer sobresalir.

Incluso más sútil y elegante en “Forrest Gump” en 1994 de Robert Zemeckis, donde un personaje central con discapacidad cognitiva se va como enfermo mental y regresa como héroe nacional. En 2011, los directores Olivier Nakache y Eric Toledano nos trajeron “Intouchables”, un relato divertido y emotivo sobre la discapacidad y el aprendizaje.

En Argentina “El Hijo de la novia”, de 2001, de Juan José Campanella, que aboga por las enfermedades degenerativas a través, no de la compasión, sino de la humanización de sus personajes. En 1999 llegó desde Irán “Rang-e khoda” (A.K.A. “El color del paraíso”) de Majid Majidi, donde la ceguera de un niño de ocho años es la mentora y una guía espiritual para él mismo y quienes lo rodean. En 2007, el director Julian Schnabel relata en “Le Scaphandre et le Papillon” la complicada vida de Jean-Dominique Bauby que, a causa de un accidente, queda completamente paralizado y cómo eso no le impide continuar con su amor por la vida.

Así por mencionar algunas cintas que por solo nombrar algunas, en las que el discurso de inclusión es menos evidente, con mayor sutileza, pero sin que sea un discurso elaborado para adoctrinar a las conciencias.

En la mayoría de las cintas en las que el tema de la enfermedad o la discapacidad es la idea central, relatan la vida caótica del personaje central, cómo se adapta y por último cómo logra superar su discapacidad o enfermedad, sucumbiendo por su propia naturaleza o levantándose con una fortaleza inquebrantable.

Ya sea que su discapacidad le muestre una lección a sí mismo o que esa lección llegue a quienes le rodean, o de ambos bandos. Principalmente, así funciona la premisa, y en el caso de “¡Somos Campeones!” relata bajo un discurso que intenta ser provocador y agitador sobre la inclusión y el derecho de las minorías, de ser respetadas y tratadas como personas.

Aunque Marco como entrenador no se muestra hostil ni esquivo, sí se desarrolla bajo una interpretación que intenta parecer distante, como queriendo estar ajeno, pero incluso en la tragedia o la alegría, las emocionales respuestas de su equipo lo desequilibran, muestra su respaldo y desde su deshaucio se va involucrando hasta encontrar unidad con cada uno de ellos, pues Marco en su caos interno y personal, que se refleja en dejar el equipo profesional a causa de la condena que debe pagar, se da cuenta de que son personas organizadas con sus aficiones y trabajos como cualquier otro individuo.

La parábola

La cinta ofrece un regocijo entre la vida, al cuestionar la tragedia repentina y breve, como un pequeño tropiezo, al ver lo que enfrentan las personas con discapacidad en el mismo tiempo y espacio, que va limitada, desdeñada, subestimada, arrastrada, a veces rechazada.

Es ahí donde la cinta transforma su discurso de motivación, a través de las limitaciones y la superación de todos los obstáculos, causados por la iniciativa del entrenador que se resiste, pero es atrapado por el encanto y cariño de cada uno de sus integrantes del equipo “los amigos”, en un grito desesperado de ser inclusivo, en alejarse del tormento que es sentirse diferente en un mundo donde, por antonomasia, todos somos iguales. “¿Qué nos define?” se pregunta Marco como protagonista “¿Qué me motiva?” después de haberlo perdido todo.

Y si la respuesta no llega por oposición divina, vendrá por casualidad terrénea. La felicidad te define, eres feliz haciendo feliz a otros.

Incluso en esa parábola, Marco resuelve su vida, alivia la pena de Sonia, su mujer, se congratula con su madre Amparo (Luisa Gavassa), entiende la complejidad de la vida y cómo resolver los problemas, pero sobre todo, aprende a vivir cuando no tenía vida, ni ánimo y solo aumentaba su vacío.

Lo bueno

1. Destaca el montaje y la participación de personas reales con discapacidades reales, los cuales dotan a la cinta de cercanía y realidad, del pensamiento inmediato de una persona que se llama “discapacitado”, pero que a pesar de todo, sobreviven en un mundo que en realidad no está hecho para ellos, y se adaptan a un mundo que cambia constantemente.

2. Destacan los diálogos ágiles, fluidos e inteligentes, desde su aspecto dramático hasta el más cómico, el cual no parece forzado y es creíble, de lo más notable de la cinta, aunque por un momento, los diálogos y situaciones pueden parecer caricaturescas de los discapacitados, por lo que quizá resulte molesto o hasta ofensivo, lo cual no es la intención de la cinta, pues pasa del ridículo inicial hasta la emoción final.

3. La química de los personajes es un deleite y la dirección de Fesser es colorida y visualmente hermosa. Filmada con luz natural, destaca la belleza de la vida sin maquillajes, que es también una metáfora de la naturalidad en que se desenvuelven los personajes y como se adaptan al entorno.

4. La simpleza e incluso lo predecible llega a ser hermoso, quizá sea la época, pero lo simple la hace tan hermosa. Y lo predecible a veces no lo es tanto, incluso llegan sorpresas ingeniosas.

5. La humanización de lo que no podemos entender, pero nos acercamos a ellos a través de su mirada, y a veces peca de sensiblería, pero se aleja de los estigmas y clichés del cine convencional, incluso se ríe de lo políticamente correcto sin ser políticamente incorrecto.

Somos Campeones
“Somos Campeones”, Universal Pictures.

Lo malo

1. Suele tener un ritmo repetitivo y exasperante por momentos, lo que podría quedar en evidencia con sus dos largas horas de duración, ¡un exceso!

2. La trama predecible entre Marco y su nuevo equipo de personas con discapacidades diferentes, que a su vez enfrenta una sub trama amorosa entre él y su esposa Sonia, interpretada por Athenea Mata.

3. El burdo intento de convertirse en doctrina new age sobre la inclusión y la normalización de las discapacidades, fuera de ese forzado intento manipulador, la cinta se construye por sí misma, sin necesidad de recurrir a la emoción barata.

4. Sub tramas románticas forzadas, la aparición de un personaje secundario, que aparece y desaparece sin aportar nada a la trama, más que aumentar el morbo con una historia de tragedia impuesta para la lágrima.

5. El personaje de Sonia que entorpece y destroza el ritmo la cinta hasta el colmo de lo deprimente, cuando es un personaje de apoyo para incentivar el avance de la historia, pero se dedica a crear su propio drama.

Somos Campeones
“Somos Campeones”, Universal Pictures.

¡Aderes de Burjassot!

“¡Somos Campeones!” está basada en el equipo de baloncesto Aderes de Burjassot de Valencia España, que consiguió 12 títulos del campeonato de España de la FEDDI (Federación Española de Deportes para personas con Discapacidad Intelectual).

La Asociación Deportiva, Rehabilitadora y Social (ADERES) creó en 1998 su equipo de baloncesto, poco después conquistó su primero de muchos títulos.

Paco Sánchez, que llegó a Aderes en 2007 y sigue formando parte del equipo, señala que los jugadores se han visto reflejados en los personajes de la película, porque han vivido casi todas las anécdotas que aparecen. Y espera que “¡Somos Campeones!” ayude a que no se les vea como gente a la que hay que tener apartada, y critica: “La sociedad nos hace ser mucho más conscientes de nuestras limitaciones y trata de poner barreras para apartarte”.

En 2018 también se lanzó un documental sobre las vidas de los actores protagonistas de la película de Javier Fesser “Campeones”. Documental dirigido por Álvaro Longoria, funciona como complemento a la obra de Fesser, a su vez desnuda la inocencia, la ingenuidad y la risa genuina de cada uno de los actores que nos enseñaron a mirar la vida y descubrir el mundo que ellos interpretan, es mágico, brillante y hermoso.

Somos Campeones

Ficha técnica

Título original: “Campeones”
Año: 2018
Duración: 124 min.
País: España
Dirección: Javier Fesser
Guion: David Marqués, Javier Fesser
Música: Rafael Arnau
Fotografía: Chechu Graf
Reparto: Javier Gutiérrez, Juan Margallo, Luisa Gavasa, Jesús Vidal, Daniel Freire, Athenea Mata, Roberto Chinchilla, Alberto Nieto Ferrández, Gloria Ramos, Itziar Castro
Productora: Morena Films / Movistar+ / Películas Pendleton
Género: Comedia. Drama. Comedia dramática. Discapacidad. Baloncesto. Deporte

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Prince W. Cantodea

Escritor desde 1999. En LookingBack desde 2018. Novelista y guionista. He escrito 3 novelas, un poemario, 14 cuentos, 3 ensayos y 4 guiones de cine. Publicado en varias revistas y diarios de México y España.

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