“Historias Lamentables”, del director español Javier Fesser, resulta bastante hilarante y absurda pero también emotiva. Cuatro historias diferentes que comparten algo en común.
Analizamos esta cinta. ¿Vale la pena?
Hablar de cine español no solamente es mencionar a Pedro Almovodar, Luis Buñuel, Pedro Amenábar, Juan Antonio Bayona o Mario Camus.
El cine español es muy amplio y abarca diversas figuras que han dado un salto a Hollywood o a plataformas como Amazon, como es el caso de Javier Fesser.
Fesser es un director español que desde sus anteriores cintas demostraba las peripecias de sus personajes centrales en un abismo de locura y desastre sin dejar el trabajo dramático, emotivo, incluso la protesta, pero de forma sutil y casi imperceptible.
Las películas de Fesser tienen cierto realismo, una comicidad natural y situaciones absurdas que la vuelven hilarante por momentos.
Puedes revisar la reseña de “Campeones” cinta de Javier Fresser del 2018, en este enlace.
Como ya lo demostró en “Camino”, de 2008; “El milagro de P. Tinto”, de 1998 y su corto de 2015 “Bienvenidos”.
En esta ocasión, Javier Fesser y Amazon Studios nos traen “Historias Lamentables”, una experiencia visual y narrativa bastante agradable, dominando el lenguaje cinematográfico, las situaciones bien dirigidas y encaminadas hacia un desenlace que se reconstruye a partir del caos creado.
Cuatro Historias ¿Lamentables?
“Historias Lamentables”, es un recorrido por 4 historias aparentemente independientes entre sí pero que en algún punto de la película se entrelazan brevemente.
La música que ambienta la cinta es incluso jovial y divertida, muy a la par del primer acto, que nos acerca al tono hilarante de lo que será una comedia que se burla de las desgracias ajenas.
“Un rayo de sol” de Los Diablos es la canción que abre el cóctel de locuras y que demuestra que todo en “Historias Lamentables” será una gran fiesta de desgracias.
Pero no solamente son tragedias aisladas, en cada historia se maximiza tanto la tragedia como la comedia, rigiéndose por las leyes de Murphy que dice:
“todo lo que va a salir mal, sale graciosamente mal”.
Lo lamentable más gracioso
¿Porqué nos parece tan gracioso el dolor ajeno?
Esa es la pregunta que nos invade, al sabernos saturados por una comedia que se burla de la tragedia ajena.
En “Historias Lamentables”, el director español Javier Fesser nos ofrece un frenético caos hacia la desgracia, pero ese camino resulta fascinante e hilarante.
I. Historia lamentable de Ramón
La primera historia “Rayito” cuenta la historia de Ramón (Pol López), un inocente joven que está a punto de heredar la empresa de su padre.
Narrando los inicios de cómo construyó la empresa y gracias a un pequeño carro dado por nombre “Rayo”. La escena resulta tan hilarante, pues todo va escalando en el desastr. Pero es un desastre metódico y obsesivo por los detalle.
Fesser, con una estética vívida que parece un retrato onírico, se hilvana una serie de desgracias que concluyen en un caos incontrolable.
II. Historia lamentable de un hombre en la playa
Pero en términos generales, con “El hombre en la Playa” alcanza su máximo esplendor.
En esta historia seguimos a Bermejo (Chani Martin), vemos cómo arranca su día con entusiasmo después de haber planeado fotografiar el mar en pleno amanecer.
Bermejo es un hombre inflexible ante las normas, es especial ante los semáforos en rojo. No permite quebrantar las leyes, pues, según en propias palabras, la vida entonces sería un “cachondeo”.
Pero su día perfecto se arruina, volviéndose una constante vorágine de infortunios y una odisea homérica con una sátira impecable.
III. Historia lamentable de un cumpleañero estafado
Llega la tercera historia.
El caso de Ayoub (Matías Janick), un inmigrante africano que se gana la vida de jardinero cuando es engañado por una mujer lista pero insoportable.
La historia gira en torno a una denuncia social, de manera deliberada, pero que queda en lo superficial hasta que diversos gags resultan un tanto cómicos pero ninguno relevante, incluso la historia se siente pesada y forzada con respecto al tono de fábula y lúdico que nos tenía acostumbrados Fesser.
IV. Historia lamentable de un ludópata
Cierra con la historia de Alipio (Alberto Castrillo-Ferrer), extraordinaria interpretación y un desastre maniático fascinante. La mejor de las cuatro historias, que parece sacada de un capítulo de “Los Simuladores”, de Damián Szifrón. Incluso, en “Historias Lamentables” se siente que el director español ha pensado en hacer un homenaje a la película de “Relatos salvajes”, también del director argentino.
La fortuna del desgraciado
Las situaciones, la narrativa con dosis de humor y de tomas vertiginosas dentro de un ritmo preciso y raudo, hacen acercarse a esos relatos que lejos de ser salvajes, resultan lamentables pero no por ellos menos empáticos y originales.
Y es que con cada historia, Fesser acierta darnos un golpe en la cara, sin esperar, chocamos contra la realidad.
Nos damos cuenta de que todo, nuestro espejismo de perfección se quiebra y nos desnuda ante la desgracia de que no hace más que magnificarse y exhibirnos en un absoluto infortunio.
Nos muestra la forma de cómo se puede hilvanar los desastres uno tras otros, se convierte en un espectáculo sádico, empeñados en sufrir por lograr su objetivo.
Y cada golpe, emotivo o psicológico, es el preludio al inminente desastre del cual ninguno de los protagonistas puede salir voluntariamente.
Solo en espera de una fuerza externa que los rescate o finalmente los hunda y se resignen.
Aquí no hay nada de lamentable, es realmente una oda al virtuosismo, unos relatos desastrozos ante la inocencia e incapacidad de los personajes, que no pueden resolver sus confilctos.
“Historias Lamentables” de Javier Fesser es una apología al infortunio como virtud, es una oda al salvajismo como detonante artístico, pero sobre todo, como decía el frontispicio en Justine o Los infortunios de la virtud:
¡Quién sabe, cuando el Cielo nos hiere con sus golpes, si la mayor desgracia no es un bien para nosotros!”.
Marqués de Sade.
