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Paté de Fuá

La Caja de Pandora, donde la música por sí sola es un mundo, ha sido abierta nuevamente para sonar con temas de Paté de Fuá, un grupo que debes escuchar.

Es increíble que todavía haya gente que ignore la existencia de Paté de Fuá, a pesar de ser un grupo bastante conocido en la gran Tenochtitlan, vulgarmente conocida como México.

Estos chavos de Paté de Fuá, que se han atrevido a fusionar varios géneros considerados obsoletos para la cultura popular, han ganado a pulso esa notoriedad gracias a su estilo único y, me atrevo a decirlo, inigualable.

Los inicios

Formado en México en el cercano 2005 por Yayo González y Guillermo Peralta, dos exiliados de la crisis que golpeó a Argentina en 2001, Paté de Fuá es un híbrido que mezcla elementos del jazz con otros estilos como el tango, el musette, el pasodoble, el dixieland y las tarantelas. En otras palabras, son géneros que seguramente no habías escuchado antes, pero que, debo comentar, eran algunos de los más elegantes del siglo pasado.

Entre sus integrantes figuran artistas mexicanos, argentinos, brasileños e israelitas y, juntos, han logrado distinciones tales como ser dos veces ganadores de Las Lunas del Auditorio. Además, son el primer grupo latino en ganar la categoría de Blues y Jazz.

“Música Moderna”

Ahora bien, si quieres saber aún más sobre ellos, es necesario aterrizar en su primer disco, publicado en 2007 bajo el nombre de “Música Moderna”, del que se extraen varias rolas bastante chéveres, tales como “La Canción del Linyera”, “La Colegiala”, “El Valsecito de Don Serafín” y “Sin Razón Ni Despedida”.

“El Tren de la Alegría”

Dos años después, en 2009, presentarían en el Lunario del Auditorio Nacional su producción “El Tren de la Alegría”, uno de los más importantes a nivel creativo y el que les otorgaría oportunidades como las de presentarse no una, sino tres veces en el festival Vive Latino.

Escoger una canción es difícil, ya que en general es un buen trabajo; sin embargo, y nomás pa’ que cales la calidad, te recomendaría ampliamente echarte “Celoso y Desubicado”, “Paloma Cruel” y “El Fantasma Enamorado”.

“Boquita Pintada”

Su mejor disco, en mi opinión, claro está, es “Boquita Pintada”. Lanzado en 2011, tiene canciones de sobra para escuchar, recomendar y, por qué no, dedicar. Desde “Boquita Pintada”, pasando por temazos como “Mujer Que Te Peinas”, “¿Adónde vas?”, “Serenata” o la mejor de todas, “Invitación Al Vals”; este álbum es, en todo caso, una parada obligada si quieres conocer a Paté de Fuá en todo su esplendor.

“Película Muda”, primera parte

Habiéndose presentado en al menos 300 escenarios de México, además de algunos recintos internacionales como Asia, Europa, Estados Unidos y Sudamérica, se lanzó “Película Muda”, un álbum de 30 canciones dividido en dos entregas para que la gente pudiera digerirlo de mejor manera. Su primera parte, lanzada en 2014, cuenta con colaboraciones de artistas como Natalia Lafourcade y Catalina García, la voz de Monsieur Periné.

Todo el disco es bastante nutritivo, incluso cuenta con la canción “Paloma Querida”, original del señorón José Alfredo Jiménez. Sus canciones más chulas son “Vamos A Morir”, “Película Muda”, “Nubes de Ubeda”, “El Extranjero”, “Princesita”, “Lista Negra” y, además, la canción de José Alfredo.

“Película Muda”, segunda parte

En cuanto a la segunda parte de “Película Muda”, lanzada en 2016, puedo decirte que cambia mucho en el estilo si lo comparas con sus primeros álbumes. Por ende, es evidente escuchar un gran avance en la orquesta en canciones como “El Vals de la Bicicleta”, “Película Hablada”, “Tu Pecado” o “Llévame en un Beso”, canción que inicia el disco.

A partir de este momento, tienes la tarea de escuchar todos los discos de Paté de Fuá, si es que no los conocías. Si ya los conoces, y si los conoces en persona, pregúntales si no quieren tocar un día para acá, su servilleta. Por lo pronto, la Caja de Pandora se cerrará para abrirla nuevamente en alguna otra ocasión y traerte solo buena música.

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Alberto Perea

Melómano por herencia; bailarín frustrado y con dos pies izquierdos; un vago sin remedio; escritor de dudosa calidad; redactor que olvida comas y acentos; baterista hasta cuatro compases; poetastro (de esos que apestan); cantante de regadera; director de cine y teatro en sus sueños; Pero eso si, a toda madre el vato.

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