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De la gloria al precipicio, Sinéad O’Connor

Sinéad O’Connor seguramente jamás se imagino que cantar “Evergreen”, de Barbra Streisand, sería el inicio de una carrera que prometía mucho.

Nace en Dublín, Irlanda el 8 de diciembre de 1966, en un núcleo familiar bastante conflictivo; a la edad de 15 años, debido a su mal comportamiento, es ingresada en el Centro de Capacitación de Grianan, donde la hermana de Paul Byrne, baterísta de la banda In Tua Nua, la escuchó cantar y supo en ese momento que en Sinéad había una estrella.

Su forma de ser irreverente y muy rebelde le trae problemas en el futuro con la producción de su disco debut; para 1986 ya había firmado un contrato con Ensing Records, ese sello la ayudó a iniciar su trabajo profesional como cantante, colaborando con grandes de la música; ejemplo de esto es la canción “Heroine”, que escribió junto con David Howell Evans (conocido como The Edge), guitarrista de U2, y que formó parte de la banda sonora de la película Captive (El rapto de Rowena).

El debut

“The Lion and the Cobra” fue el nombre del primer álbum de Sinéad. Salió en 1987 a la venta y obtuvo buenas críticas, impresionando por su calidad de voz, fuerza interpretativa y sus canciones originales. De este álbum se desprende el éxito “Mandinka”, que le hace acreedora a una nominación al Grammy, como “Mejor Interprete Vocal Rock Femenino”, y aunque no se logró el éxito esperado del álbum, se convierte en disco de oro.

Nada se compara al éxito de este tema

El éxito mundial llegaría con el sencillo “Nothing Compares 2U”, el tema fue escrito en la década de los 80 por el cantante estadounidense Prince y grabado en 1985 por su banda The Family; pero al no ser lanzada como single paso desapercibido. “Nothing Compares 2U” es entregada en 1989 a Sinéad para hacer de ella una nueva versión y presentarla a su público como el primer sencillo de su segundo disco, “I Do Not Want What I Haven’t Got”.

Esta canción le dio a su carrera un empuje impresionante, alcanzando así los primeros lugares en países como Inglaterra, Estados Unidos y Alemania. Este disco vendió millones alrededor del mundo y obtuvo varios discos de platino. El Grammy le reconoció con cuatro nominaciones y ganó el premio a “Mejor álbum alternativo”, el video musical de “Nothing Compares 2 U” se hace uno de los más solicitados a la cadena MTV durante ese año.

Su tercer álbum salió en 1993 y a partir de ese momento ninguna de sus producciones volvería a ser lo mismo que “I Do Not Want What I Haven’t Got”.

La polémica

Sinéad O’Connor se caracterizó por decir sin censura lo que piensa, pero eso en los 90 le costó muy caro; mientras que interpretaba “War”, de Bob Marley, en el show de TV “Saturday Night Live”, que pretendía ser una protesta por los abusos sexuales de sacerdotes de la Iglesia Católica Romana, cambiando la palabra “racismo” por “abuso de menores”. Luego presentó una foto del Papa Juan Pablo II a la cámara mientras cantaba la palabra “evil” (maldad); después de romper la foto en trozos, pronunció la frase “lucha contra el verdadero enemigo” y arrojó los pedazos hacia la cámara.

Los grupos conservadores de Estados Unidos tomaron cartas sobre el asunto y arremetieron casi de forma inmediata en contra de la cantante. En los días siguientes una ola de insultos, quema masiva de sus discos e imágenes de personas exaltadas por dicha presentación, lleno las notas de espectáculos en aquel país, la carrera de O’Connor cayó al precipicio en un abrir y cerrar de ojos, nada volvió a ser igual.

El adiós a una voz inmortal

El 26 de julio de 2023, el dolor embargó a Irlanda al conocer el fallecimiento de la talentosa cantante a los 56 años. La trágica noticia se difundió después de que O’Connor fuera encontrada inconsciente en su hogar en Herne Hill, al sur de Londres. En un giro devastador, no se reveló la causa de su muerte, dejando a sus admiradores en la penumbra del desconcierto.

La Policía Metropolitana, al día siguiente, tranquilizó al público al afirmar que no se trataba de un caso sospechoso. Sin embargo, el 28 de julio, el forense de Londres añadió una capa de misterio al declarar que la fecha exacta de su partida aún permanecía sin esclarecerse. Finalmente, el 26 de julio quedó marcado como el día en que el mundo perdió a una voz única y apasionada, durante su conmovedor adiós en el cementerio Dean’s Grange el 8 de agosto.

Un funeral privado en Bray, condado de Wicklow, se llevó a cabo simultáneamente, contando con la presencia del presidente de Irlanda, Michael D. Higgins. En ese último acto de amor y despedida, la familia de O’Connor invitó al público a rendirle homenaje en el paseo marítimo por donde pasó el cortejo fúnebre. La respuesta fue abrumadora, miles de personas se congregaron con carteles y mensajes de cariño, creando un mar de lágrimas y gratitud.

El impacto de la pérdida resonó en la comunidad artística y más allá. Phoebe Bridgers, en un emotivo tributo en la revista Rolling Stone, elogió la integridad de O’Connor. Celebridades como Janelle Monáe, Patton Oswalt, Jamie Lee Curtis, Tori Amos, Bear McCreary, Public Enemy, Amanda Palmer y Toni Collette compartieron sus condolencias en redes sociales. Sin embargo, entre las voces de aprecio, el cantante Morrissey lanzó un mensaje crítico, recordando a todos que el reconocimiento llega tarde cuando se trata de alguien que buscó apoyo en vida.

En el silencio de la pérdida, la memoria de Sinéad O’Connor persiste en las notas de sus canciones y en el afecto de aquellos cuyas vidas tocó con su arte. Su legado es un eco eterno, y su partida deja un vacío imposible de llenar en la industria musical y en los corazones que encontraron consuelo en su música.

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