Descubre cómo los booktubers están revolucionando la forma de conectar con la literatura, creando el universo booktuber.
Las plataformas virtuales han revolucionado desde todos los aspectos nuestra forma de vida; ahora se compra en línea, nos podemos comunicar con nuestros amigos en cualquier momento y saber cualquier noticia a tan sólo un clic.
Muchos han acusado a las redes sociales de ser en parte un gran factor para que la lectura se deje de lado, aún se discute si el papel es mejor que un dispositivo electrónico o viceversa, al parecer esta tendencia demuestra que ambos pueden coexistir: los ‘booktubers’.
Los booktubers son jóvenes que se dedican a reseñar y comentar libros de una forma dinámica, simple, directa y cercana en la plataforma YouTube. El ‘movimiento’ nació en 2009 de la mano de Elizziebooks, esta estadounidense empezó a hablar sobre su pasión por los libros y su estilo (por fortuna) se fue replicando por casi todo el mundo.
No superan los 30 años de edad, reciben invitaciones literarias, encuentros con booktubers de otros países y a veces, conocen a los autores que reseñan; no son simples personas frente a una cámara con un libro en la mano.
Si bien es cierto, ellos consideran que no hacen una crítica literaria como tal, pero sí hablan del libro desde el punto de vista de la pasión, desde el recorrido literario del autor. Es una pasión que se impregna en sus seguidores que van desde los 12 a 25 años de edad aproximadamente, promoviendo la lectura, conectándolos con el mundo de las letras.
Es que hay que reconocer que promover la lectura de Proust o Borges, no lo hace cualquiera; y el hecho de que se promueva la literatura impresa es algo de admirar, estamos ganando todos: ganan las editoriales, los jóvenes lectores, los booktubers; es una asociación (sin querer) en la que todos, salimos beneficiados, -empezando por la cultura-.
Ellos saben perfectamente que tienen una responsabilidad y por eso se toman su trabajo en serio y con gusto, pues creen que la buena literatura debe ser conocida por todos y al hablarlo sin pelos en la lengua, hace que su audiencia se interese más por ese hermoso hábito que la mayoría creía perdido: ‘la lectura’.