Allá por el año de 1997, la marca alemana BMW, presentó un prototipo llamado BMW Z8, el cual tenía la esencia del BMW 507, un mítico convertible de la década de los 50.
Finalmente, en el año 1999 sería presentado durante el Salón del Automóvil de Frankfurt con el nombre de BMW Z8 y por fin listo para la línea de producción
El modelo Z8, permaneció solo tres años en el mercado. En ese periodo, solo se construyeron 5,700 ejemplares, todos fabricados artesanalmente en Münich, Alemania.
El diseño, estuvo a cargo de Henrik Fisker, quien creó un auto de 4.4 metros de largo y casi 2 metros de ancho. Lo más destacable, el enorme cofre que debía albergar ocho poderosos cilindros.
Bajo el cofre
El encargado de dar vida al BMW Z8 no es cualquier cosa. Se trataba de un 8 cilindros atmosférico de 4.9 litros y que generaba 400 caballos de potencia.
Este motor, estaba acoplado a una transmisión de seis velocidades de tracción trasera. Esta combinación llevaba el Z8 en solo 4,7 segundos de cero a cien kilómetros/hora.
BMW quería ofrecer una experiencia única a los compradores del Z8. Por ello, les daba la posibilidad de viajar a la fábrica de Münich para presenciar las últimas fases de fabricación de su futuro auto.
Un auto famoso
El BMW Z8, era un modelo verdaderamente único. Su exclusividad era tal que fue protagonista en la película “El mundo no basta” del agente 007.
Además, participó como auto de seguridad en el Campeonato Mundial de MotoGP durante la temporada 2002.
Actualmente la esencia de los roadsters de BMW sigue presente con el MXW Z4, pero esa es otra historia.