“Sonic the Hedgehog”, dirigida por Jeff Fowler, narra las aventuras del famoso erizo azul que tuvo su origen en SEGA en 1991. En 2020 llegó al cine como una sorpresa, sin ser sobresaliente; es una cinta discreta pero equilibrada entre el humor y un mensaje de amistad.
El famoso erizo azul de SEGA, tiene su película, después de haber causado una enorme polémica por el estilo visual de Sonic.
Tras haber rediseñado el personaje y después de un nuevo trailer, atrajo la atención, aún sin conocer mucho de su historia y también sin mucha expectativa.
Llega “Sonic the Hedgehog” y, aunque no es la mejor adaptación de videojuegos en el cine, es una cinta discreta, con un humor equilibrado.
Sin hartar ni sobresaturarse, se convierte en una película que cumple con los estándares. Sin brillar, sin exigir demasiado, al ser una comedia familiar con un mensaje que se centra en la amistad y la búsqueda de la identidad.
Sinópsis
El director Jeff Fowler nos sitúa en Green Hills. Sonic, el descarado erizo azul basado en la famosa serie de videojuegos de SEGA, vivirá aventuras y desventuras cuando conoce a su amigo humano y policía, Tom Wachowski (James Marsden).
Sonic y Tom unirán sus fuerzas para tratar de detener los planes del malvado Dr. Robotnik (Jim Carrey), que intenta atrapar a Sonic con el fin de emplear sus inmensos poderes para dominar el mundo.
Tan predecible como entretenida
Como toda adaptación, el director nos muestra un Sonic menos agresivo, sí más tierno, ingenuo y cómico.
Personalidad que contrasta con la del villano que interpreta Jim Carrey, quien reaparece para llenar la pantalla con su extravagancia y comicidad, como el científico chiflado que alardea, gesticula y se transforma en un demente. Sin llegar al ridículo como lo hiciera en Batman Forever de 1995.
Si bien, no es la mejor interpretación de Carrey y está lejos de ser el comediante que fue, sobresale al ser el tipo de personaje que mejor le va al actor.
A pesar de ser una película genérica, resulta ser entretenida, no ofrece nada nuevo y cae en los mismo clichés de todas las películas familiares de su estilo.
Quizá el atractivo sea un producto no destinado para gamers, porque hay pocas referencias al videojuego, es más bien dirigido hacia niños y algunos adultos que lo vemos como un viaje nostálgico hacia nuestra infancia.
La premisa es simple e intenta ser emotiva. Con algunas escenas vertiginosas y explosiones coloridas para los más pequeños, que también disfrutarán los más grandes.
Sonic, como su personaje, tiene chispazos de buen humor, pero a su vez son breves y fugaces.
La historia genérica y simplista no ayuda mucho, pero tampoco es un desastre como temíamos, hasta cierto punto es digerible y entretiene.
Sin las exigencias de un guion solido, que peca de ser poco original, pero que compensa con suficientes dosis de humor para entretener.
Aún siendo disperso y un guion vacío. Las personalidades de Jim Carrey y James Marsden convergen con bastante facilidad, haciendo una película ligera.
Sonic no es la mejor película del fin de semana, pero si deseas entretenimiento, unas dosis de risas y ver a Jim Carrey, definitivamente es tu película.