¿Y dónde está el policía?

La icónica saga de “¿Y dónde está el policía?” regresa con una cuarta película, esta vez con Liam Neeson como Frank Drebin Jr., en una apuesta arriesgada por el humor absurdo e inteligente.

No es una adaptación ni tampoco un reboot, es la cuarta entrega de la saga, protagonizada por Liam Neeson, quien encarnará al policía Frank Drebin Jr.

Neeson declaró en una entrevista para People: “Este proyecto podría terminar con mi carrera o llevarla en otra dirección. Honestamente, no lo sé”. Y cómo no pensar en ello, considerando que la trilogía original, protagonizada por Leslie Nielsen —conocido por ser un gran cómico parodista—, sostenía todo el peso de este tipo de películas (recordemos que también trabajó en Airplane, 1980). Su carrera fue impulsada en la década de los ochenta de la mano de David y Jerry Zucker, y Jim Abrahams.

Liam Neeson en Y dónde está el policía Foto: Paramount Pictures.
Liam Neeson en “¿Y dónde está el policía?”. Foto: Paramount Pictures.

Su repertorio no se limitaba a lo cómico; también tuvo buenos desempeños en otros géneros como el drama, el romance y la ciencia ficción. Incluso trabajó con Stephen King en la película Creepshow (1982).

La trilogía ¿Y dónde está el policía? —conocida también como The Naked Gun (La pistola desnuda) y Agárralo como puedas (1988, 1991 y 1994)— es considerada una de las mejores parodias policiacas, no solo por la interpretación carismática de Nielsen, sino también por ser un compendio de lo absurdo, lo políticamente incorrecto, una trama sin mesura y con muchos excesos. Y eso es precisamente lo que muchos esperan de esta nueva película, sobre todo quienes vimos la trilogía original.

Al parecer, por lo que se muestra en el tráiler —cuyo estreno se espera para el primero de agosto—, todo indica que el humor sin sentido está de regreso.

El humor absurdo que manejan este tipo de películas no es simplemente “humor tonto”. De hecho, se trata de un humor inteligente o “bien pensado”. También se le conoce como “humor roto” (cuyo precursor fue Monty Python), que toma una situación irracional en un escenario extraño y la convierte en comedia. Lo improbable es esencial para construir el chiste; se recurre a la exageración y al elemento sorpresa. Los recursos literarios a los que apela incluyen la ironía, la hipérbole, la metáfora y la personificación. Todo esto demuestra que las tonterías que se presentan no son simples tonterías, sino que están ingeniosamente premeditadas. Como quien dice, hacer humor sin sentido es todo un arte.

Las caricaturas conocen muy bien este tipo de “sin sentido”. Ejemplos sobran: El increíble mundo de Gumball, Bob Esponja, El laboratorio de Dexter, Ren y Stimpy, entre otros.

Sería excelente que esta película cumpla con las expectativas y que Liam Neeson, con su personaje, le dé un giro al mundo cinematográfico, sacándolo del limbo de las historias mal hechas y de protagonistas que no se toman su trabajo en serio por estar más pendientes de su egocentrismo.

¡Enhorabuena por el regreso del humor absurdo! Y mejor aún, de la mano de Liam, quien —por qué no decirlo— podría estar parodiando a sus propios personajes de acción.

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