La década de los noventa posiblemente sea de las más emblemáticas para la industria automotriz en México, pues tras una serie de cambios gubernamentales se permitió la entrada de marcas que solo veíamos en películas americanas.
Antes de que aquellos cambios fueran aprobados los autos disponibles se limitaban a los que prácticamente 5 marcas podían ofrecer: Volkswagen, Ford, Chevrolet, Nissan y Chrysler. Incluso las marcas que pertenecían al mismo grupo eran solo un sueño para los mexicanos.
Fue hasta principio de los noventa cuando se permitió la entrada de cualquier marca que quisiera comercializar en nuestro país y aún con algunas restricciones de motor.
Recordemos algunos de estos autos…
Dodge Neon
Un auto que llegó a partir de 1995 para reemplazar al Shadow.
Sin duda tuvo una enorme aceptación entre el público joven, pues contaba con versiones para todos los gustos, desde la más sencilla, pasando por una muy bien equipada hasta una deportiva.
El Neon de Dodge estaba equipado con un motor de 1.8 litro y 4 cilindros, con una potencia de 131 hp. Mientras que sus rivales, en su mayoría japoneses como el Nissan Sentra, Toyota Corolla y Honda Civic llegaban a un máximo de 127 hp. Con esto se ganó el apodo de “El asesino del vehículo japonés”
Dodge Stratus
En esa década la marca del carnero hecho toda la carne al asador para llegar al mercado mexicano.
En esos años, el sedán clásico era el tipo de vehículo preferido de los compradores y el Stratus lo supo aprovechar.
Un sedán de buen tamaño que apareció en 1996 para reemplazar al Chrysler Spirit.
En su versión tope de gama, el motor asignado era un V6 de 2.5 litros capaz de entregar hasta 170 caballos de potencia. Claro, el consumo de gasolina era igual de impresionante.
Cutlass Eurosport
Si bien, es cierto que este auto no es más que una versión deportiva del Chevrolet Cutlass Ciera que se vendía desde finales de los 80.
Sin embargo, debido a las restricciones de mercado en México, los fabricantes tenían que hacer jiribilla e ingeniárselas para lanzar productos atractivos. Así apareció Cutlass Eurosport.
Este auto, que a simple vista aún sigue pareciendo intimidante en los noventa era simplemente inalcanzable por sus rivales.
Al principio estaba equipado con un motor 2.8 litros bastante potente, pero el fabricante decidió que aún podía tener más, y para el año de 1991 recibió un 3.1 litros capaz de entregar 140 caballos.
¿Qué te parecen los autos más cool de los 90? ¿Manejaste alguno de estos modelos?