Uno cree que esas cosas le pasan a otro, cuando la vida ya sea directa o indirectamente te pone de cara a esa dura realidad, el mundo se derrumba.
“La peor parte del cáncer no es lo que te hace a ti sino a quienes amas”: La idea de la muerte se vuelve real. Entonces en ese instante, en ese segundo tienes que levantarte de la tragedia. No, no es fácil, hay mucho con que lidiar.
Ellas, esas mujeres que segundo a segundo tratan de comprender el por qué y al tiempo lidian con la quimioterapia, ven que su vida y su feminidad se esfuman.
No es fácil ver que se te cae el cabello, que tu cuerpo se desgaste y que te extirpen un seno, no es fácil lidiar con la idea de que tu cuerpo por momentos pierda la batalla ante la agresividad del cáncer.
“La gente reacciona de distintas formas al diagnóstico de cáncer terminal. Podemos explorar varias opciones. Hay nuevos medicamentos todos los días” “¿Y qué hacemos? Debe haber algo que podamos hacer”.
Y como los más cercanos a esa persona, hacemos como Ness: ideamos un plan a, b, hasta z, porque la fe que tú perdiste, es la fe que tenemos para levantarte, animarte, para que tengas fuerza para seguir luchando por tu vida.
Hay quienes perdieron la batalla, ya sea porque fue demasiado tarde en detectarlo, porque fue demasiado agresivo o porque el sistema de salud dilató el tratamiento que las dejó morir… a ellas que dejaron su legado ya sea en actos o descendencia, también va dedicado este escrito.
¡Cuídate, tócate, quiérete! No dilates algo que en principio parece trivial y que no quita horas de tu tiempo. ¡No le restes horas a tu vida!… porque nunca esta de más el prevenir, nunca está de más ir al médico si encuentras algo que no es normal pero que a tus ojos no parece importante… recuerden: ¡Fuck the cancer!