Probando sus conocimientos, inventó el filtro polarizado que sería mostrado años después al público, siendo el hombre que cambio la industria fotográfica.
Edwin Herbert Land, fue un químico e inventor estadounidense, nacido un 7 de mayo del ya más que lejano 1909; y si bien no le debemos la vida, por lo menos sí le debemos lo que hoy conocemos como fotografía, hasta cierto punto, claro está, pues él no fue el inventor de la misma.
En su juventud investigó acerca de algunas cosas en su ramo; hay quienes cuentan que la idea que cambió su vida surgió de la voz de su hijo, quien le preguntó si podía ver cómo salió una fotografía que recién le había tomado. Al explicarle que no se podía, puesto que el negativo necesitaba de un proceso de revelado, el bartolo siguió con su vida normal, pero el buen Edwin tendría esa idea rondando por su mente.
Aunque esta historia es muy bella choca un poco con la cronología, aunque bien, pudo ser que se convirtió en padre a una muy joven edad, lo cierto es que Edwin fue uno de los pocos que demostró que su estancia en Harvard le sirvió para algo.
Creando los filtros…
Debido a que éste no tenía ningún trato oficial con ninguna escuela o institución de investigación, Edwin utilizaba los laboratorios de la Universidad de Columbia por las noches, llegando a desarrollar en 1928 el filtro polarizador sintético, un filtro compuesto de Yodo que reacciona a diferentes exposiciones de luz.
Este filtro lo encuentras fácilmente en cámaras, microscopios, en pantallas LCD y hasta en las gafas 3D que te dan en el cine. Sirve para eliminar reflejos indeseados en la imagen y darle mayor nitidez y color, aunque es medianamente inútil para fotografiar arcoíris y completamente inútil si fotografías el sol.
En fin, para no desviarme de tema, el chiste está en que, al cabo de cuatro años, este buen hombre abriría su propio laboratorio, llegando a hacer de sus inventos una gran ayuda en tiempo de guerra. No fue sino hasta 1947 que este científico dejo atónitas las miradas de la Sociedad Óptica Estadounidense con la primera fotografía instantánea, que al cabo de 1 minuto revelaba el positivo de la imagen capturada.
Este invento fue lo más tecnológico hasta la llegada de la fotografía digital, pero Edwin figura aún al día de hoy como uno de los hombres que cambió la industria fotográfica con la cámara que conocemos como Polaroid.