En México, El Día de Muertos no es sinónimo de miedo, significa un cambio de dimensión, donde los vivos, recuerdan a sus fieles difuntos.
Producto del sincretismo entre las culturas prehispánicas y española, las tradiciones del Día de Muertos en nuestro país son variadas y especiales. A continuación te presentamos una muestra del abanico de celebraciones que se llevan a cabo en México.
El Festival de las Calaveras – Aguascalientes
El Festival de las Calaveras surgió como un homenaje al grabador hidrocálido José Guadalupe Posada, creador de la Catrina, una de las imágenes más representativas de México.
Durante una semana, La Isla de San Marcos –espacio ecológico en plena capital de Aguascalientes – se llena de color y alegría al rendirle tributo a la muerte, a través de obras de teatro, eventos deportivos, proyecciones de cine, exposiciones de arte y diseño, conciertos, talleres, exposiciones gastronómicas, las tradicionales ofrendas y por supuesto: El desfile de disfraces de Calaveras, acompañadas de comparsas y carros alegóricos por la Avenida Madero, considerada como una de las más importantes del Centro histórico.
Limpieza de los huesos – Campeche
Los habitantes de Pomuch –poblado a unos 65 kilómetros de la ciudad de Campeche- se organizan para limpiar el panteón y arreglar las tumbas de sus familiares difuntos.
Según la tradición, los cuerpos que tienen tres años y medio de ser enterrados, se pueden exhumar para “dar aire” a los muertos. Cada uno de los huesos e incluso el cuero cabelludo –si aún existe- se lavan con esmero mientras el familiar platica con su difunto.
Posteriormente, se ponen a hervir los huesos en una olla con cal para blanquearlos y darles una última limpieza. Cabe mencionar, que esta actividad toma su tiempo, por lo que es preciso realizarla con cinco días de antelación. Cuando los huesos se encuentran perfectamente limpios, se guardan en un osario, cuyo fondo está cubierto por una manta bordada por alguno de los integrantes de la familia.
Quienes tienen familiares que murieron hace más de cuatro años y a los cuales ya se les realizó la primera limpieza, acuden al panteón para sacar el osario del año anterior y lavar los huesos para colocarlos en una nueva manta, con bordados alusivos a la personalidad del difunto. Para el día 2 de noviembre las ánimas acuden a su osario para los rezos y la comida preparada en su honor.
La Fiesta de Todos los Santos (o K´Santo) – Chiapas
En San Juan Chamula, la comida para los difuntos se prepara con anticipación. Se limpian y adornan las tumbas con cruces de juncia –hierba silvestre- para que las almas lleguen felices a visitar a sus familias.
El 1 de noviembre, las personas colocan los alimentos en la ofrenda y luego pasan por la iglesia para tocar la campana del Santo Patrón San Juan, para despertar a las almas. Posteriormente los familiares cercanos se invitan para comer y tocar música para alegrar el corazón de los difuntos. Por la noche, se encienden velas para que los difuntos encuentren el camino a su lugar de descanso eterno.
El 2 de noviembre los chamulas regresan al panteón para despedir a sus muertos. Al regresar a sus casas disfrutan de los alimentos en honor de Todos los Santos.
Día de Muertos – Guanajuato
En Guanajuato, las festividades de Día de Muertos son muy similares a las que se viven en la mayoría de los hogares mexicanos; desde la época de nuestros antepasados se celebra la llegada de los difuntos con una ofrenda, que según la tradición debe prepararse siguiendo una serie de reglas básicas:
Sobre una mesa cubierta con un mantel blanco y papel picado, se coloca una fotografía de la persona difunta, rodeada de alimentos y bebidas que fueron sus favoritos. Es importante que se hagan presentes los cuatro elementos de la naturaleza:
- Tierra: representa el camino de los difuntos a casa de sus seres queridos. Se puede simbolizar con frutas que crecen a partir del suelo como jícamas, tejocotes o cañas.
- Aire: representa que el alma del difunto sigue en movimiento. Para esto se puede emplear papel picado de color morado o naranja.
- Agua: para saciar la sed del ser querido después de tan largo viaje.
- Fuego: representado por velas que señalan el camino de la ofrenda.
Se emplea también el copal y la sal que representan la purificación y flores de cempasúchil que facilitan la llegada de las ánimas.
Tradición milenaria – Oaxaca
El Día de Muertos en Oaxaca, es una celebración llena de misticismo y religiosidad. Desde mediados de octubre se instalan los puestos de artesanos y agricultores en la Plaza de los Muertos, donde la gente adquiere todos los productos tales como; calabazas en conserva,dulce de tejocote, nicuatole, chocolate, pan, y pos supuesto, el delicioso mole negro.
El 31 de octubre se coloca la ofrenda directamente en la tumba, o bien , en la casa, sobre una mesa vestida con un mantel, una sábana blanca o papel de china; se acomodan bebidas, dulces, comida, veladoras y flores, así como las fotografías y objetos preciados en vida por los difuntos, para que lleguen a disfrutar el 1 de noviembre. Ese mismo día, parientes y amigos van de casa en casa “llevando a los muertos”, es decir, regalando comida . Todo esto acompañado de comparsas para cantar y rezar en cada una de las ofrendas.
Noche de Muertos – Michoacán
La Noche de Muertos en Michoacán es una muestra del sincretismo entre el concepto indígena de la muerte y las ideas cristianas del “más allá”.
El 1 de noviembre en la zona del lago de Pátzcuaro y su isla Janitzio, el olor a la flor de cempasúchil, las calaveritas de azúcar y el pan de muerto invitan a los espíritus a regresar a sus hogares terrenales. Por la tarde, se disfrutan bailes, cabalgatas y convivios familiares, pero por la noche, el ambiente se torna lúgubre al tañir de las campanas. Los habitantes empiezan a hacerse presentes vestidos de negro, con ofrendas, dulces y panes que dejan sobre las tumbas que previamente adornaron, para rezar y platicar con sus difuntos.
Toda la noche el lago se ilumina, se realiza la tradicional danza de los pescadores, suena la campana en la entrada del panteón y se escuchan los cantos purépechas por el descanso de los espíritus y la felicidad de los vivos
El 2 de noviembre al mediodía, la gente se retira en la espera de un nuevo año para convivir con las almas de sus seres queridos que han fallecido.
La ofrenda de siete niveles – Querétaro
La tradicional ofrenda de Día de Muertos en Querétaro, es de siete niveles que simboliza los pasos necesarios para llegar al cielo y descansar en paz.
Cada uno de estos niveles se forra con tela negra y blanca; en el primer escalón se coloca la foto del santo al cuál se es devoto. El segundo lleva una cruz de ceniza destinada a las ánimas del purgatorio. En el tercero, se coloca la sal, que simboliza la purificación del espíritu para los niños del purgatorio. El el cuarto, el elemento principal es el pan para las ánimas que transitan. En el quinto las comidas y bebidas preferidas por el difunto. En el sexto, las fotografías de las personas ya fallecidas y en el último escalón, una cruz hecha de semillas o frutas como el tejocote o la lima.
Todo esto adornado con papel picado, cadenas de papel de china, incienso , flores, calaveritas de azúcar y un arco a la entrada que da la bienvenida a todas las ánimas.
Hanal Pixán – Quintana Roo
Durante la conquista, los españoles establecieron el Día de Muertos. Por su parte, los mayas hicieron su propia versión de esta festividad – a pesar de que los mayas tenían su propio ritual para asegurarse de que las almas de sus muertos llegaran a su lugar de descanso-; Hanal Pixán o Comida de las Ánimas. La celebración dura una semana para preparar la casa, la comida y la ofrenda para recibir a las ánimas.
Las ánimas de los niños son las primeras en llegar el 31 de octubre. Para recibirlos, se coloca en la ofrenda juguetes , dulces, flores y velas de colores, además platillos especiales que se comparten con los vecinos. Al día siguiente, el 1 de noviembre en la madrugada llegan las almas de los adultos, a quienes se les recibe con rezos, regalos, comida, bebidas y frutas predilectas por los difuntos.
Santo Entierro y cruz de ocote – Tlaxcala
El Santo Entierro se lleva a cabo en Ixtenco, Tlaxcala, en las faldas del volcán La Malinche. Es una procesión de la imagen de Cristo en un ataúd de cristal, que va desde el pueblo a la capilla del panteón. Al terminar, se le deposita una ofrenda. Por la tarde, los habitantes del pueblo sacan a sus muertos de sus tumbas, los visten con sus mejores ropas y los celebran.
En este lugar, también se acostumbra la colocación de cruces de ocote forradas con flor de cempasúchil.
Festival de Mictlán – Veracruz
Este festival tiene lugar en Jalapa, para mostrar a todo aquel asistente el paso de los difuntos por los nueve pisos del inframundo hasta llegar al Mictlán -la tierra prometida donde viven los dioses-.
El festival del Mictlán tiene una duración de cinco días que reviven la tradición mexica, rodeado de escenarios naturales como criptas, tumbas y mausoleos , así como anfiteatros y parques donde los grupos de teatro, danza y música, honran a los fieles difuntos.