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The Verve y el agridulce sabor del éxito

Probablemente el nombre de The Verve no te suene tanto al principio, pero basta con mencionar “Bitter Sweet Symphony” para que una de las melodías más icónicas de los años 90 vuelva a tu mente. Esta banda inglesa, que empezó en el underground, vivió un ascenso meteórico y enfrentó retos que marcaron su historia y legado. ¡Descubramos qué los hizo tan memorables y controvertidos!

The Verve
The Verve. Foto: Chris Floyd.

Los inicios de The Verve: del underground al reconocimiento global

Formada en 1989 en Wigan, Inglaterra, The Verve comenzó como una banda de rock alternativo. Su música, caracterizada por un estilo psicodélico y experimental, atrajo a un público fiel en la escena underground británica. Aunque sus primeros lanzamientos, como los EP Verve y Gravity Grave, fueron bien recibidos por críticos, el éxito masivo parecía lejano.

Fue con el lanzamiento de su segundo álbum, A Northern Soul (1995), que la banda comenzó a ganar notoriedad. Sin embargo, la verdadera revolución llegó en 1997 con su tercer álbum, Urban Hymns, que incluyó el tema que definiría sus carreras: “Bitter Sweet Symphony”.

“Bitter Sweet Symphony”: el éxito que lo cambió todo

El 16 de junio de 1997, The Verve lanzó “Bitter Sweet Symphony” como sencillo principal de Urban Hymns. La canción fue un éxito inmediato, alcanzando los primeros lugares en listas de popularidad en varios países y ganando el corazón de millones de oyentes. Con su inolvidable riff de cuerdas y la poderosa voz de Richard Ashcroft, la canción se convirtió en un himno de su época.

Según la revista Rolling Stone, “Bitter Sweet Symphony” ocupa el lugar 392 entre las mejores canciones de la historia. Sin embargo, detrás de este éxito se escondía una batalla legal que cambiaría para siempre el destino de la banda.

El conflicto con The Rolling Stones: éxito empañado por demandas

“Bitter Sweet Symphony” utiliza un riff orquestal basado en una versión de “The Last Time” de The Rolling Stones, arreglada por Andrew Loog Oldham. Aunque la banda obtuvo inicialmente una licencia para usar el fragmento, Allen Klein, mánager de los Stones y poseedor de los derechos de la canción, acusó a la banda de exceder lo permitido.

La disputa escaló a los tribunales, y The Verve perdió el caso. Como resultado, la banda tuvo que ceder los derechos de “Bitter Sweet Symphony” a Klein, perdiendo así el control sobre su obra maestra. Para empeorar la situación, Andrew Loog Oldham también los demandó, argumentando que su trabajo no había sido adecuadamente reconocido.

Las consecuencias para Richard Ashcroft y The Verve

La pérdida de derechos sobre “Bitter Sweet Symphony” tuvo un impacto devastador en la banda y, especialmente, en su líder Richard Ashcroft. Durante los momentos de mayor popularidad de la banda, se les ofrecieron lucrativos contratos para utilizar la canción en publicidad, incluyendo una propuesta de Nike. Inicialmente, Ashcroft rechazó estas ofertas, defendiendo la integridad artística de su obra. Sin embargo, tras la pérdida de los derechos, Nike obtuvo la licencia y utilizó el tema en una de sus campañas.

Las presiones y el escándalo derivaron en una serie de crisis nerviosas para Ashcroft, lo que finalmente llevó a la disolución de la banda en 1999. Aunque The Verve se reunió brevemente en 2007, nunca recuperaron el impulso ni la magia que los había definido en su auge.

Un desenlace inesperado: la reivindicación de Ashcroft

En 2019, más de dos décadas después del lanzamiento de “Bitter Sweet Symphony”, Richard Ashcroft recibió una inesperada noticia. Mick Jagger y Keith Richards, miembros de The Rolling Stones, decidieron cederle los derechos de autor de la canción. Este gesto simbólico no solo reivindicó a Ashcroft, sino que también cerró un capítulo amargo en la historia de la música.

El legado de la banda en la historia del rock

A pesar de los conflictos legales y las dificultades, la agrupación dejó una huella imborrable en la música. Urban Hymns sigue siendo considerado uno de los mejores álbumes de los años 90, y “Bitter Sweet Symphony” permanece como un recordatorio de la capacidad del arte para trascender adversidades.

La historia de la banda nos enseña sobre la lucha por la creatividad y la justicia en la industria musical. Aunque su trayectoria estuvo llena de altibajos, su legado vive en cada nota de “Bitter Sweet Symphony” y en el corazón de sus fans. ¿Qué nos dice esto sobre el precio del éxito? La respuesta, como la canción misma, es una mezcla agridulce de triunfo y tragedia.

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