“Suspiria” es una película de horror de 1977, dirigida por Dario Argento y coescrita con Daria Nicolodi. Un festín sangriento, una locura de principio a fin, expresiva, inmoral, brutal y absorbente. La película más célebre del género y de su director que concibió todo el cine de serie B.
Aunque en el 2018 Amazon Prime realizó el remake de esta cinta con Luca Gudagnino como director, dicho sea de paso, es un excelente remake bastante perturbador y asfixiante.
No se compara con su versión original, ya que la versión de 1977 es brutal, explícita y expresiva, su impacto visual es lo que la hace tan aterradora.
“Suspiria” está basada en el ensayo de Thomas de Quincey de 1845 Suspiria de profundis. Argento dijo que la idea de la película se le ocurrió después de un viaje por varias ciudades europeas, como Lyon, Praga, y Turín.
Se sintió fascinado por el “Triángulo Mágico”, un punto donde se encuentran los países de Francia, Alemania y Suiza.
Sinopsis
Una joven (Jessica Harper) ingresa en una exclusiva academia de baile la misma noche en que asesinan a una de las alumnas. La subdirectora del centro es la amable Madame Blanc (Joan Bennet), que brinda a la nueva alumna las comodidades y facilidades necesarias para su aprendizaje. Pero, poco a poco, una atmósfera malsana se va apoderando del lugar, y la estancia de la joven se va convirtiendo en una verdadera pesadilla.
“Suspiria” fue el principio de lo que una obra de terror debe ser, brutal, exagerada, colorida y asfixiante. De principio a fin el director se acerca al género con respeto pero sin sensibilidades, desata un festín sangriento que no tiene desperdicio.
Suspiria
Se describe a esta cinta como un terror magnético, tenso e indescifrable. Porque Argento sabe que simplemente una bonita fotografía y la buena narrativa no bastan para sumergir al espectador en un terror agobiante.
Por lo tanto le añade un tono místico, que la convierte en una cinta de horror con un misterio por descubrir. Lo que la hace intrigante y a la vez tétrica.
Sin embargo, Argento utiliza planos bastante exagerados y colores primarios muy llamativos, que detonan en un contraste espectacular cargado de expresionismo violento y brutal.
La peculiaridad de esta obra maestra del horror radica en su color, dominado por brillos y colores primarios. Una atmósfera fascinantemente brillante, para un cuento de terror que es curioso y a la vez intrigante y bastante desquiciado.
Suspiria se caracteriza por la estética visual y sonora, el uso de secuencias de estructuras que permiten a la cámara permanecer estática en elementos visuales pronunciados.
Luciano Tovoli fue contratado por Argento para filmar la película, en parte, inspirada en Snow White, utilizando colores primarios, especialmente el rojo que crea un escenario de pesadilla, irreal, más apegada a la visión de Argento y que coincidía con la visión de Nicolodi, quien evoca una pesadilla personal en la escena final de la cinta.
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