“Psalmos” es el cuarto álbum como solista de José Madero, estrenado el 6 de septiembre de 2019, el cual incluye 12 canciones con un sonido más apegado al Britpop.
José Madero se aleja de lo conceptual y engloba en este álbum sus propias experiencias personales, sus miedos y otros temas, a veces con humor, como en “Tu dedo Medio”.
Destaca la participación de Cami en “Codependientes” y la colaboración de Andreas Östberg en “Cara o Cruz”, quien es su compañero de podcast en “Dos Nombres Comunes”.
Análisis
“Psalmos” es el cuarto álbum como solista del exintegrante de Pxndx, y es, por mucho, uno de los dos mejores álbumes de José Madero, después de “Carmesí”, en esta notable pero corta carrera como solista.
Nos dice José Madero: “Soy aquel perdedor con cara sin expresión” en la canción que abre el disco, “Lamentable”. Y que, a pesar de la tonalidad y su construcción, es bastante depresiva porque advierte del tiempo que se va y no vuelve.
En “Chambelán (Nunca fui)”, resalta la personalidad poco narcisista, una de mis favoritas del disco, porque es muy personal, redentora e inexplicablemente autobiográfica.
“Sí, fui responsable de que todo acabó, no te agarré de humor y así el mundo perdió su color”, nos dice José Madero en “Sin Ampersand”, las tres canciones principales que fluyen y convergen entre sí.
La fe perdida
Y, por supuesto, “Padre Nuestro”, que estuvo sonando desde mediados del mes de mayo de este año, esta vez no como sencillo, sino simplemente como un previo de lo que sería el disco.
En esta canción, según el propio José Madero, confirma que se trata de una protesta de fe. Expresó para el Diario La Razón:
“Para expresar lo que quiero decir en la canción, se necesitaba esa furia y esa rabia. No hay mejor manera de sacarla para mí que gritarla. Ya lo había hecho en gran parte de mi carrera con Panda, pero no suena a Panda, nada más es mi voz gritando con un ritmo más fuerte”.
La razón, 17 de mayo de 2019.
También explica que no es una crítica a las creencias ajenas, simplemente es una experiencia, como he dicho, que el álbum habla de experiencias personales, en relación a Pepe Madero y ese ser supremo que nunca lo ayuda.
¿Vale la pena?
Llama la atención los arreglos musicales de este disco, mucho más pop, más sobrio y menos experimental, totalmente distinto a lo que ocurría en “Carmesí”, su álbum debut.
Parece que José va encontrando un estilo definido y alejado del rock punk de Panda, llegando a un sonido más adulto, más sonoro y bien construido.
En este álbum compone una obra más personal, íntima, a veces irónica y otras veces profundamente reflexiva.
Musicalmente es destacable, agradable al oído, muy melancólico por momentos, pero tiene fuerte presencia y ninguna canción está de relleno.
Parece que José Madero se siente cómodo haciendo música como solista, pues construye letras llenas de vida, aún siendo temas tan tristes. Cada pulso de la guitarra es una inyección de vitalidad.
Definitivamente, con “Psalmos”, vuelve a sorprender y demuestra en cada álbum que hoy por hoy es uno de los mejores compositores que existen en la música mexicana.
