El Metro de la Ciudad de México, inaugurado en 1969, transformó la manera de moverse en la capital y se convirtió en un ícono urbano para millones.
El nacimiento del Metro capitalino
El 4 de septiembre de 1969, el Metro de la Ciudad de México realizó su primer recorrido, marcando un antes y un después en la movilidad urbana. Este sistema de transporte se ha convertido en uno de los más utilizados del mundo, y su historia está llena de momentos memorables.
En aquel año, la modernidad irrumpía con fuerza en nuestro país. La capital era el epicentro de este cambio acelerado, visible en sus edificios, calles, moda y estilo de vida. Ante el crecimiento poblacional y la llegada de miles de personas desde distintas provincias, surgió la urgencia de contar con un medio de transporte más eficiente.

Evolucionando a paso acelerado
Por la modernidad acelerada y lo atractiva que se volvió la ciudad capital para grandes masas de personas de toda la provincia y por la necesidad que se volvió, se apresuró la instalación de un medio de transporte más efectivo. El 4 de septiembre se cumplen años de la llegada a la capital de la república mexicana el primero y uno de los medios de transporte más revolucionarios, el Metro.

El contexto de los años sesenta
En la década de los sesenta, la red de transporte público estaba conformada principalmente por tranvías y autobuses, insuficientes para atender a una ciudad en constante expansión. Todo cambió en 1969 con la inauguración de la Línea 1 del Metro, que unía Zaragoza con Chapultepec a través de 16 estaciones y un recorrido de 12 kilómetros con 660 metros.
Este nuevo tren rápido subterráneo revolucionó el transporte colectivo en el entonces Distrito Federal, ofreciendo a los habitantes un medio más veloz, confiable y moderno para desplazarse.

Expansión y legado del Metro
Con el paso de los años, el Metro se convirtió en una pieza fundamental de la vida cotidiana, trasladando a millones de usuarios diariamente. Actualmente, la Ciudad de México cuenta con 12 líneas que conectan distintos puntos de la urbe, y existen proyectos para seguir ampliando esta red vital.
Otras ciudades, como Guadalajara y Monterrey, también han desarrollado sistemas similares para atender la creciente demanda de transporte derivada del aumento poblacional.

Más que un simple medio de transporte, el Metro es un testigo silencioso de la historia moderna de la capital, llevando consigo recuerdos, encuentros y la vida diaria de millones de personas que han hecho de sus túneles y andenes parte de su propio viaje.