“Broken Places” es el título del episodio 8 de esta serie que está llegando a su final. Se vienen los secretos, las intenciones salen a relucir y se pone a prueba cada protagonista.
Antes de continuar con la lectura de este análisis, te recomiendo que revises los capítulos anteriores y leas nuestras reseñas:
- Episodio 1: “Remembrance”
- Episodio 2: “Maps and Legends”
- Episodio 3: “The End of the Beginning”
- Episodio 4: “Absolute Candor”
- Episodio 5: “Stardust City Rag”
- Episodio 6: “Impossible Box”
- Episodio 7: “Nepenthe”
Este episodio está centrado en un fuerte contenido social. Especialmente, Star Trek aborda, desde su óptica, el miedo, la discriminación y la violencia.
Para comprender el contexto, Star Trek ha elaborado enemigos a los sintéticos. Con diversos cuestionamientos, nos llevan a creer en la idea de que también nuestros enemigos son fabricados, son creaciones.
“Broken Places”
Aquí recae de nuevo la idea de la implantación de recuerdos, como se denominaba en la novela de Aldous Huxley “El acondicionamiento”.
Es algo similar, pero un proceso menos orgánico y más artificial.
¿Cuál es la misión de estos sintéticos?
Nos preguntamos conforme avanza la trama y, sobre todo, por los flashbacks del inicio que no sitúa en la historia y que ha desatado ese caos.
Y parece que comienza a salir a la luz lo que será la pugna entre los tripulantes de la nave al lado de Picard y aquellos que están sometidos ante un pensamiento único y esclavizante.
Aquí, “Star Trek: Picard” denuncia el fanatismo, convierte en villanos a quienes difunden esas ideas y coloca como héroes a quienes luchan por erradicarlas, como sucede en la vida real.
En este episodio, los personajes han decidido mostrar su evolución como protagonistas, con llamativas parábolas morales.
Ya viendo qué rumbo va tomando la historia, pero aún con demasiadas interrogantes, poco a poco se van explicando más cosas y situaciones que arrastran del pasado hasta el presente.
La trama funciona y los personajes encajan correctamente, como si se hubiera escogido cada personaje por una cualidad especial, esa cualidad que destaca en su personalidad e invade a la serie.
Y es parte de la serie de Star Trek, nos avisa la importancia de elegir, de escoger. Lo que nos hace realmente lo que somos y, con ello, como dice Picard, centrarnos en el futuro, aunque haya una carga del pasado que nos guíe.
Tal vez Soji sea la respuesta a todas las interrogantes en “Star Trek: Picard”. Por una parte, sobre la identidad y la individualidad, las elecciones y las emociones.
¿Podemos ser como fuimos creados o elegimos quiénes ser?
Te invitamos a compartirnos tus impresiones de esta grandiosa serie de “Star Trek: Picard”. Coméntanos cuál ha sido tu episodio predilecto y tu personaje favorito. Además, no olvides dar un recorrido por el contenido que tenemos para ti en esta página, con lo mejor de la cultura pop de ayer y hoy.
