Cuando ibas a comprar ya sea discos o casetes, existían dos tiendas que eran ícono de la época: Mercado de Discos y Discolandia.
En la era pre-digital, ir a comprar discos y casetes era una actividad que muchos disfrutábamos enormemente. Y si hablamos de tiendas memorables, Discolandia y Mercado de Discos son las dos que definitivamente se llevan el premio a la nostalgia.
Estas tiendas se convirtieron en verdaderos íconos de la década de los 80, aunque habían nacido en los 70. Y aunque la competencia era dura, estas dos tiendas eran las reinas del mercado
Discolandia
Discolandia contaba con más de 15 sucursales en el Distrito Federal, lo que le permitió tener un amplio alcance y estar siempre cerca de sus clientes.
Además tenía una presencia que dejaba una huella imborrable. ¿Quién no recuerda las sucursales en algunas estaciones del metro, como la de Viaducto? Ahí podías encontrar los éxitos del momento y hacer tus compras mientras esperabas el siguiente tren.
Fundada en 1971 por Jesús Gómez Obregón, comenzó con una pequeña tienda en la calle de Venustiano Carranza en el Centro Histórico de la ciudad.
En sus primeros años, Discolandia se enfocó principalmente en la venta de discos de vinilo y casetes de música popular mexicana y de otros países de habla hispana. Sin embargo, pronto se expandió para incluir otros géneros, como rock, pop y música clásica.
Discolandia fue innovadora en muchos sentidos. Por ejemplo, fue una de las primeras tiendas de música en el país en importar discos de música de otros países, como Estados Unidos y Reino Unido.
La tienda se convirtió en un lugar popular para los jóvenes mexicanos, quienes acudían para comprar discos y casetes de sus artistas favoritos a precios accesibles.
Desafortunadamente, Discolandia enfrentó problemas financieros en la década de 1990 y cerró la mayoría de sus sucursales. La tienda de Venustiano Carranza, que fue la primera de la cadena, cerró sus puertas definitivamente en 2003.
Mercado de Discos
La historia de Mercado de Discos se remonta a la década de los setenta, cuando los hermanos Jorge y Guillermo Suárez decidieron iniciar su propio negocio de venta de discos y casetes en la ciudad.
La primera sucursal de Mercado de Discos abrió sus puertas en la calle de Uruguay, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La tienda rápidamente se convirtió en un punto de encuentro para los amantes de la música y comenzó a expandirse por toda la ciudad, abriendo nuevas sucursales en diferentes colonias y zonas.
A lo largo de los años se ganó la reputación de ser una de las tiendas más completas y surtidas en cuanto a música se refiere. No importaba qué género o artista buscabas, siempre podías encontrar una amplia selección de discos y casetes de todos los rincones del mundo.
Además de ser una tienda de discos, Mercado de Discos también se convirtió en un lugar de encuentro para los músicos y artistas de la época. La tienda organizaba firmas de autógrafos y presentaciones de discos de manera regular, por lo que muchos fanáticos de la música tenían la oportunidad de conocer a sus artistas favoritos en persona.
Con la llegada de los discos compactos se adaptó a los nuevos formatos y continuó siendo un referente en la venta de música en la Ciudad de México. Sin embargo, la era digital sepultó la cadena, aunque se negaba a desaparecer y lucho por permanecer abierta, pero no lo consiguió.
Hoy en día, es difícil encontrar tiendas de discos como Discolandia y Mercado de Discos pero siempre recordaremos con nostalgia esos lugares donde encontrábamos la música que nos hacía vibrar y que nos acompañó en momentos importantes de nuestras vidas.
Estas tiendas fueron las más populares pero hubo otras más underground y que no tenían sucursales; sin embargo también son sumamente recordadas. ¿Te gustaría que te contemos de ellas? ¡Deja tus comentarios!
Ahora te invitamos a ver el programa donde platicamos sobre cómo ha evolucionado la forma en que escuchamos música.