“Zack Snyders Justice League”, disponible en la plataforma HBO MAX, es la versión de “Justice League” en la dirección de Zack Snyder que dejó inconclusa después del trágico desenlace de su hija, a quién dedica esta película.
“Zack Snyders Justice League” es una cinta hecha para fans después del movimiento en redes sociales #ReleaseTheSnyderCut, es una obra hecha para aquellos que la exigieron… y nada más.
La versión sin sustancia y sin alma
“Zack Snyders Justice League” tiene una duración de 4 horas. Es una película con una ambientación oscura e impresionista, muy al estilo fantástico e íntimo del agrado de Snyder.
El corte de Snyder es una historia muy similar a la versión de Whedon pero con notables diferencias en las tomas, los colores, las luces y sombras, más, en la narración y construcción de personajes.
Para Snyder la narrativa con la que construye su obra, en base a un ritmo lento, puramente estético y armónico.
Elabora un relato heroico en siete capítulos, similar a un cómic en su apertura introductoria y epílogo. No hay nada realmente nuevo, solo un desarrollo de personajes más amplio y más sofisticado, pero no por ello más entretenido.
Sin duda es de agradecerse, que Snyder trata de cerrar todas las preguntas que han quedado abiertas y nos responde a través de imágenes concretas y específicas.
“Snyder Cut Justice League” estaba destinada a ofrecer una experiencia distinta, intentaba ser minimalista, impresionista, oscura y directa para los fans de Snyder o de DC en general.
Héroes y Villanos: Humanos, después de todo
El director construye sus personajes a través de hombres y mujeres con un espíritu valiente, pero con una humanidad extraviada. Sus personajes poseen una humanidad posesiva y reflexiva, quienes se debaten en sus historia de tragedias personales o familiares.
No pueden evitar las preguntas dolorosas o respuestas que no llegan porque el cine de Snyder es así, tratando de luchar con la tristeza interna, mientras se lucha contra amenazas externas.
La particularidad de las imágenes oníricas, con tintes oscuros resaltan sobre la historia. Los encuadres de la cámara, la ralentización de las imágenes y ese tiempo desperdiciándose en construir una historia, donde todo parece ser menos eficiente.
Pero más allá de la estética minimalista, la cinta de Zack Snyder es una más de las películas pretenciosas, que intentan ser demasiado serias para una historia que puede ser efectiva.
El arte de la pereza
Snyder lucha por construir un cine de autor, intimista, profundo y reflexivo, pero sin la audacia para proponer esquemas contestatarios o denuncias sociales más críticas. Simplemente se reduce a un cine estéticamente afable y una estructura narrativa bastante interesante.
No hay nada interesante, no hay entusiasmo, aunque, cuestionablemente resulta mejor que todas las películas de Snyder hasta este momento.
Pero sin la belleza artística de “Sin City” de Robert Rodriguez y Frank Miller, o la versión de “Hulk” de Ang Lee, o la desoladora y política “V for Vendetta” de James McTeigue.
Y es que por todos lados la película de Snyder se revuelve en las pretensiones entre un cine de arte, estructural y elegante, y un cine personal, desordenado hasta caótico.
Intenta decir mucho. Demasiado rebuscado en cuanto a las imágenes y escenas, pero carece de diálogos memorables o al menos interesante. Tal parece que la solemnidad de la cinta se vuelve un mal chiste al escuchar decir a Cyborg en un diálogo con su padre “Yo soy el monstruo”. La cinematografía bellamente elaborada reducida a patéticos argumentos entre personajes que solo provocan pena.
La Melancolía artificial
Después de 4 horas, vemos que hemos sido engañados nuevamente. La cinemática sombría como el Batman de Affleck, cuyo sufrimiento resulta ridículo como incoherente para la trama.
Una Wonder Woman que se pierde sin atisbos de valentía o grandeza como en su cinta en solitario.
Cyborg que resulta tan insufrible e insoportable; de por sí ya lo era en la versión de Whedon, ahora adentrarnos en una historia que poco o nada nos importa.
De hecho nos preguntamos ¿Porqué debería importarme ese personaje?
Y finalmente el personaje de Flash, que es el cómico de la cinta, esa comedia que pensaron que Whedon había incluido en el corte final, pero es realmente impuesta por Zack Snyder.
Todo parece tan exagerado, mecánico y artificial.
“Snyder Cut Justice League” es una gran pérdida de tiempo aún cuando el corte del director sea distinto al que conocimos en 2017, pero nada de eso puede ser superado por una perezosa argumentación, una torpe ambición y una tediosa narrativa, sin la preciosa fotografía esta, es una película vacía y sin alma.
“Zack Snyders Justice League” es una obra pomposa, mejora sustancialmente varias cosas, como las batallas, narrativamente es más estética, pero dura demasiado.
Aún con la expectativa y su legión de fans, no servirá para revivir la carrera de Snyder, pero es un sabroso Fan Service, que será agradecido, aún cuando esta cinta, sea igual de mala que la versión de Josh Whedon.