La industria automotriz lleva un buen camino recorrido, tanto así que antes de la década de los cincuenta, ya se veían autos de lujo y con un importante nivel tecnológico, como el Cadillac DeVille.
Al inicio de aquella década, cuando los autos tenían motores de más de 5 litros y 8 cilindros, Cadillac se enfocó en algo diferente, fabricar autos de lujo.
Para aquellos años, el fabricante norteamericano ya tenía sus buenos años de venderse en nuestro país, y en 1949, presentó un modelo que cambiaría para siempre, el lujo en un auto.
Cadillac DeVille
La primera vez que el mundo escuchó DeVille fue en el Salón de Motorama de 1949.
Una versión adaptada al Cadillac Serie 62, su objetivo era competir con el Buick Roadmaster Riviera y el Oldsmobile 98 Holiday.
Por un precio de menos de 3,500 dólares, el auto estaba equipado con vidrios eléctricos, vestiduras en piel y cromo por todas partes.
En 1956, El DeVille apareció con carrocería sedán de cuatro puertas.
Primera generación
En 1959 Deville se independiza del Serie 62 y se convierte en un vehículo completamente nuevo.
Ofrecido en tres tipos de carrocería. La primera, coupe con techo rígido y otras dos, ambas con carrocería sedán de cuatro puertas, con opción de 4 ó 6 ventanas laterales.
Todas las carrocerías estaban equipadas con un motor V8 de 6.4 litros con 325 caballos de potencia.
Segunda generación
En 1961, Cadillac lanzó un rediseño para su auto estrella, un auto ligeramente más pequeño y menos ostentoso, pero por primera vez con carrocería convertible.
Esta generación estaba potenciada por un V8 de 7.0 litros y 325 hp.
Por primera vez, Cadillac utilizó dirección hidráulica, limpiadores automáticos y asientos con calefacción.
El estrellato
La tercera generación de Cadillac DeVille, nuevamente con un diseño completamente nuevo. Al frente, una parrilla más discreta que lo habitual, dos faros verticales.
La parte trasera, con calaveras también verticales y las aletas características del modelo estaban casi desaparecidas.
También hubo cambios de motor, el DeVille, posicionado como el buque insignia de Cadillac merecía un motor más potente.
Un V8 de 7.7 litros y 375 caballos de potencia.
La historia de Cadillac DeVille continuó por varios años más, pasando por varios cambios de generación, diseño y configuraciones.
Todo tiene un final
DeVille fue perdiendo popularidad, pues con el tiempo, había en el mercado cientos de opciones y más fabricantes.
En 2005 el Cadillac DeVille dejó de existir, se retiró como un vehículo más conservador y enfocado en avances tecnológicos más que en lujo que lo caracterizó en sus inicios.
Fue reemplazado en la línea de producción por el Cadillac DTS.