Explorando la profundidad psicológica de Joker en Folie à Deux.
En 2019 el Joker (Guasón) superó los mil millones de dólares en taquilla y le dejó a su protagonista un Oscar como mejor actor.
Esta película muestra la versión de este personaje en un ámbito lejos del cómic: refleja una problemática con respecto a cómo es tratado una persona con algún tipo de trastorno mental tanto en la sociedad, como en el sistema de salud y que muchas veces esto se puede desembocar en un problema de salud pública y penal.
Luego de cinco años, se estrena el avance que sigue narrando la historia de Arthur después de los disturbios y posteriormente internado en Arkham.
Hay cierto detalle en este avance que despertó la duda de si es un musical debido a su larga lista de reinterpretaciones (15), el director de fotografía de la cinta, Lawrence Sher, despeja la duda descartando de que lo sea, solo afirma que la música hace parte de la película.
Otro par de detalles interesantes es la aparición de Harleen Quinzel como un paciente psiquiátrico, poniendo a dudar al espectador si quizás habrá un cambio de origen del personaje, cosa que no se puede afirmar o desvirtuar puesto que el avance muestra lo necesario para entusiasmar al público. El siguiente detalle es la aparición de dos Joker que más bien es el delirio psicótico de Arthur viéndose a sí mismo.
Su director Todd Philips dice que este Joker no es el adversario de Batman, que más bien puede que sea la inspiración para el que sí lo es.
Se dice que toma como inspiración un caso real: “Las gemelas silenciosas” (June y Jennifer Gibbons), quienes fueron diagnosticadas con esquizofrenia, cuyo extraño aislamiento les dio el sobrenombre. Su dinámica consistía en tener su propio lenguaje y comportamiento sincronizado, se dice que todo esto fue a consecuencia del acoso escolar. Su historia es bastante inquietante no solo por su comportamiento inusual donde también hubo vandalismo, sino por su extraño pacto en donde si una de ellas fallecía, la otra llevaría una vida normal: Jennifer murió de miocarditis y June cumplió el pacto. De esto hay una película que relata los hechos”.
Ahora pasemos al detalle del título: “Folie à deux” que se traduce al español como ‘locura de dos’, que es un trastorno psicótico compartido (Manual de diagnóstico psiquiátrico DMS-5), o, trastorno por ideas delirantes inducido (Clasificación internacional de enfermedades CIE-10). En donde el inductor (dominante) impone la idea o convence al inducido sobre sus ideas delirantes.
Existen dos tipos, el ‘folie imposée’ (locura impuesta), donde el dominante impone la idea sobre el otro. Y el ‘folie simultanée’ (locura simultánea), donde dos personas que independientemente sufren de psicosis acaban compartiendo sus ideas, para acabar por tener el mismo delirio.
Estos a su mismo pueden ser: el ‘folie à plusieurs’ (locura de muchos) que se desarrolla más en el ámbito cultural, como, por ejemplo, un pueblo se convence de que hay brujas y hay que cazarlas. El ‘folie à familie’ (Locura de familia) cuyo uno de sus miembros convence a su círculo familiar de su alucinación. Existen otros tipos, pero se explican algunos para comprender mejor de qué trata el trastorno.
El tratamiento es farmacológico para tratar los síntomas psicóticos, apoyado por la psicoterapia para tratar tanto los problemas emocionales como relacionales.
Hay artículos donde se hace una especie de perfilamiento psicológico del Joker (Arthur Fleck) y Harley Queen, que cabe recordar para que el trastorno anteriormente mencionado tenga sentido.
El Joker padece de afección pseudobulbar (risa incontrolable, la cual es repentina e incontrolable), trastorno depresivo, estrés postraumático (consecuencia de abuso infantil), trastorno esquizoide (distante, desconectado, capacidad reducida para las relaciones cercanas), además de comportamiento psicótico (delirios, alucinaciones, pensamiento y lenguaje desorganizado); algunos artículos también resaltan que tiene rasgos narcisistas y antisociales.
Harley Quinn o Harleen Quinzel, es dependiente emocional (aprobación constante), personalidad antisocial (comportamiento impulsivo y violento), su identidad no está definida por lo que está en su continua búsqueda.
Con la anterior descripción podemos dilucidar que el título no es al azar y que tiene cierta pretensión en ahondar desde un punto más serio sobre la relación de estos personajes dando a entender a grandes rasgos sobre el desarrollo tanto del ‘inductor’ como del ‘inducido’.
Esperemos que esta segunda parte sea tan buena como la primera.
Recuerden que la salud mental no es una broma, la ayuda psicológica o psiquiátrica no está de más si sientes o ves algún cambio de comportamiento significativo.
