Esta semana se estrenará en las salas de cine la más reciente película de Disney: “Encanto”, que está basada en la cultura colombiana que es dirigida por Byron Howard y Jared Bush, música compuesta por Lin-Manuel Miranda y Germaine Franco.
Los avances que maravillaron a muchas personas alrededor del mundo dejan entrever la excelente investigación que hicieron los productores con respecto a la fauna, flora, arquitectura, costumbres, ritmos, símbolos, mitos y leyendas de mi país.
Cómo no emocionarse al ver los balcones floridos de Cartagena, la finca cafetera, las columnas de las puertas propias de Barichara (Santander), el patio de las casas grandes tipo colonial que reúnen en el centro a toda la familia; también muestra los instrumentos típicos como el tiple (Región andina – Cundinamarca) y la marimba de chonta (Tumaco – Chocó). Es tan detallista que no se escaparon las tacitas típicas del eje cafetero que son hechas en Carmen del Viboral (Antioquia), la maceta del día del Ahijado (Valle del Cauca), la mochila Wayuu (Guajira), la ruana y las alpargatas (Boyacá), el sombreo vueltiao (Sucre – Córdoba, originario de los indígenas zenú) y el sombrero aguadeño (Caldas) y por supuesto la calidez, la alegría y hospitalidad de mis compatriotas indígenas, negros, blancos, mulatos y mestizos.
Es lindo ver a los chigüiros (capibaras) propios de la Orinoquía, al jaguar (el rey de la Amazonía), las mariposas platinadas azules, la danta, los cusumbos o coatíes, los tucanes, los colibríes, las mariposas amarillas que evocan el realismo mágico de nuestro nobel Gabriel García Márquez… Faltó el oso de anteojos.
Sin dejar de lado a las inmensas palmas de cera (Quindío), las montañas andinas y la variedad de flores; pero la región insular (las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina) no se quedó atrás, pues se logró ver a su leyenda Booboo [se pronuncia Buba], el lobo de tres cabezas que espanta a los niños que se portan mal.
Despierta sentimiento escuchar ‘casita’ porque así nos expresamos, en diminutivo: el tintico (café), la arepita, porque suena más bonito, más cariñoso.
Ver las velas a muchos nos recordó el día de las velitas que celebramos el 7 de diciembre, una fecha que además de celebrar la Inmaculada Concepción y marca el inicio de la navidad, también es símbolo de fe, unión y esperanza.
Se hincha el corazón de emoción al escuchar nuestros ritmos que llevamos en las venas… Lin-Manuel como siempre se luce.
También se siente gran orgullo saber que algunos de nuestros compatriotas hacen parte prestando su voz tanto para la versión en inglés como para el doblaje.
Creería que el don de Mirabel es el don que tenemos todos los colombianos: el corazón, la berraquera, el perrenque, ser echados pa’lante ante las adversidades sin perder la alegría de vivir.
Espero que esta película muestre mucho más… y como canta Carlos Vives en la canción “Mi Encanto”: “Colombia te quiero tanto y siempre me enamora tu encanto”.
¡Bacano Disney, gracias!