Después del éxito de las películas originales, varias décadas después trajeron dos secuelas exitosas en 2015 y 2018, y ahora el cierre de la trilogía (ojalá). Con el regreso de tres personajes muy trascendentales en las primeras entregas. Todos queríamos ver a Richard Attenborough como John Hammond, pero no es así. ¿Vale la pena, sin Spielberg, siendo secuela? Vamos a averiguarlo.
“Jurassic World Dominion”, dirigida de nueva cuenta por Colin Trevorrow, quien ha dirigido y escrito las dos cintas anteriores de “Jurassic World” en 2015 y “Jurassic World: Fallen Kingdom” en 2018.
Nos adentra, o al menos intenta, traernos hacia un nostálgico viaje que presumía ser un homenaje icónico al trabajo de Spielberg, con una sustancia bien definida y repetir la fórmula que había funcionado al principio.
Y aunque la integración de los tres personajes de “Jurassic Park” de 1993 y 1997 llegan para satisfacer a los fans más acérrimos de la saga, su presencia realmente no brilla ni destaca, y ninguna de sus acciones tiene sentido o llega a complicar la trama, más allá del guion básico plano y sin esfuerzo trabajado por Trevorrow.
Y es que tan solo “Jurassic Park”, con una premisa interesante y una increíble adaptación de la novela de Michael Crichton, quien funge como guionista, hace que la cinta realmente se sienta viva y con sentido.
Tan solo basta ver el póster promocional o la portada en fondo negro con un esqueleto de dinosaurio sobre un fondo rojo, un logotipo icónico en la cultura pop y el merchandising que no puede faltar para cualquier amante de la ciencia ficción.
En tan solo dos cintas (omitimos la tercera porque se aleja totalmente de la premisa y de esa originalidad), se crearon escenarios creíbles y escenas breves pero que han sido parodiadas en casi todos los medios, memes, redes sociales. Todo el mundo conoce cualquier referencia sobre “Jurassic Park”, cosa que no ocurre en las tres cintas de “Jurassic World”, más allá de la primera escena de Chris Pratt (Owen Grady) como entrenador de Velociraptors cuando levanta su mano como aquietando su naturaleza salvaje como si fueran perros entrenados.
Ninguna otra escena funciona, por culpa de un guion torpe y perezoso.
“Jurassic World Dominion” nos quiere ofrecer una experiencia asombrosa, nostálgica y perfecta.
Pero ni el carisma de Chris Pratt, ni la belleza de Dallas Bryce pueden salvar una cinta desastrosa que empieza bastante aceptable pero se cae a pedazos cuando te das cuenta de que los dinosaurios, las criaturas por las que esta cinta se hace llamar JURASSIC, ¿Acaso eso no lo entendía Trevorrow? pasan a ser actores secundarios en su propia película.
¡Un maldito pecado!
Es por eso que “Jurassic World Dominion” es una cinta espantosa, perezosa, sin emoción, no tiene alma. No tiene rumbo, la historia no trata de dinosaurios, no trata de nada. Es un montón de imágenes que no explican nada y no hay idea del por qué de muchas cosas. Y tampoco importa.
Carece de gracia. El director Trevorrow debe pedir disculpas, agotando la franquicia y haciéndola absurda. Convenientemente, todo se resuelve por casualidad, no existe conflicto, no hay trama y nunca los personajes sienten el peligro o son vulnerables. Es por eso que no causa ningún impacto. Todo, absolutamente todo, es aburrido.
Realmente no vale la pena ir al cine a verla. Sinceramente, no vale la pena verla NUNCA.
Es una tragedia lo que han hecho con una franquicia que podría haber significado la creación de un universo de dinosaurios con muchas preocupaciones acerca de la clonación, los desastres naturales, la sociedad, etcétera, pero no.
Trajeron la franquicia, nuestros personajes queridos y nos escupieron en la cara, nos abofetearon y después nos quitaron la magia.