“The Lighthouse” es una cinta dirigida por Robert Eggers estrenada en el 2019. El director anteriormente había traído la enigmática “The Witch” (2015). Su estilo visual y su trama psicológica y visceral han impactado a los espectadores.
En esta ocasión, Eggers nos ofrece una visión descarnada de la humanidad, donde nos revela una pesadilla feroz y profunda.
Ganadora en el Festival de Cannes de 2019, entre otras nominaciones y múltiples premiaciones. Alabada por la crítica de manera casi unánime.
La Confusión
En 2001, el director Chris Cow dirigió una cinta con el mismo título y una temática similar, por no decir con bastantes similitudes, la cual fue nominada a los premios BAFTA.
La premisa de la cinta del 2001 se resume así, saquen sus conclusiones:
The film tells of two men trapped in an isolated lighthouse, surrounded by the deadly Irish sea, with both their minds ultimately pushed to the limits.
¿Es tan buena como dicen? ¿Es un plagio?
Ya escribiré una reseña sobre “Lighthouse” de 2001 para poder comparar la trama detalladamente.
Sinopsis
Una remota y misteriosa isla de Nueva Inglaterra en la década de 1890. El veterano farero Thomas Wake (Willem Dafoe) y su joven ayudante Ephraim Winslow (Robert Pattinson) deberán convivir durante cuatro semanas. Su objetivo será mantener el faro en buenas condiciones hasta que llegue el relevo que les permita volver a tierra. Pero las cosas se complican cuando surjan conflictos por jerarquías de poder entre ambos.
La cinta es un homenaje al cine clásico, filmada en blanco y negro con fotografía de Jarin Blaschke, que ya había trabajado con Eggers en “The Witch”, de 2015.
Tonalidades que se acercan más al expresionismo alemán del siglo XX. Por momentos parece acercarse a la intimidad irreal del cine de Bergman, al realismo mágico de Buñuel, pero “The Lighthouse” va más allá.
Que por la simple contraposición de una fotografía bonita en blanco y negro, muestra una atmósfera más creíble, aunque los acontecimientos radican en la sublevación de la imaginación y lo ambigüo.
Sin demasiados adornos visuales mas que la luz natural, en el tono de cine arcaico, sin efectos, mostrando la complejidad de la humanidad con la simpleza de su narrativa.
El Lobo y el Perro
Willem Dafoe, quien hace un año fue nominado por su papel en “Van Gogh”, en esta ocasión interpretando a Thomas Wake, un hombre duro, alcohólico, enloquecido y solitario, captura toda la atención y carga con la cinta desde el principio.
Robert Pattinson, quien interpreta a Ephraim Winslow, comienza por mostrarse como un hombre dócil, asustado, perplejo y complaciente, complicando su convivencia siendo personalidades tan dispares, sorprende conforme avanza su personaje y crece.
Ambos personajes se atormentan en un diminuto espacio visual, que Eggers contrae hasta el agobio.
El lenguaje narrativo de esta pieza es simple, con tomas largas en paisajes, luz natural o en interiores con poca luz.
Con el ambiente desolador y marginado, ambas personalidades se acompañan como único destino. Y se percibe una devastación que los va conduciendo a la locura.
Aparece en el relato una constante lucha entre un lobo de mar, Thomas Wake (Dafoe), marinero experimentado y de resistencia, contra el perro salvaje que es Winslow.
El mito de Prometeo
Prometeo, osado Titán al que gustaba provocar la ira de Zeus, llevó a éste a tal punto de cólera que terminó por quitar el fuego a los hombres.
Esperaba así castigar indirectamente a Prometeo, el cual se consideraba benefactor de la humanidad.
Pero Prometeo, al que gustaba presumir de astuto, entró sigilosamente en el Olimpo, robó tan preciado tesoro del carro del dios Sol y, sin perder tiempo alguno, lo devolvió a los desamparados mortales.
La película transcurre como una tragedia griega escrita por Sófocles o Shakespeare, toda una oda a la metáfora.
Como lo hiciera Yorgos Lanthimos con su “The Killing of a sacred Deer” con predominante temática blíbliaca.
O la genialidad de los hermanos Coen en “A Serious Man” con la reinterpretación del Libro de Job.
Con The Lighthouse el director reinterpreta y adapta el mito de prometeo en una especie de fábula moral.
Con el recelo de Thomas Wake al impedir que tengan acceso a la parte alta del Faro donde trabajan conjuntamente.
Ese recelo crea sospechas en Winslow, quien estalla en un individuo salvaje y furioso contra Wake. La estimulante conversación entre ambos pasa a desbordarse por sus instintos, despertando envidia y rabia.
En cuanto a Prometeo, lo mandó Zeus capturar para ser encadenado por Hefesto, dios del fuego y de los metales forjados, a un alta montaña donde, cada jornada, un águila hambrienta le devoraría el hígado.
Wake como superior en el cargo, veterano y el único encargado de cuidar La Luz del faro, comparable al mito de Prometeo, Wake como Zeus receloso del fuego condena a Winslow.
Un privilegio que los confronta a ambos, hasta la escena final que rememora al destino que llevó a Prometeo a la tragedia.
Reinterpretar el mito
“The Lighthouse” resulta estimulante, atemorizante, terrorífica, sobre todo por que los elementos más perturbadores son ajenos al terror tradicional.
En este cuento de horror, Eggers, se enfoca en presentar un relato en completa distancia del mundo tradicional, la absorbente atmósfera de desolación es suficiente pero añade elementos que apelan a los impulsos salvajes del individuo como animal.
Nos plantea la premisa de que en realidad algo ocurre en el Faro, es sobrenatural o paranoia. La sospecha de uno y la furia del otro se vuelcan en una pugna violenta y criminal.
La actuación de Robert Pattinson y Willem Dafoe es extraordinarias.
Pattinson arranca su personaje con sumisión e incertidumbre, en contraparte con Willem Dafoe, que integra a su personaje con fuerza y aparente locura.
Visualmente es una aterradora hermosura. El guion es inteligente y trabaja bien el perfil de cada personaje con acciones naturales.
La simpleza de la cámara la hace cautivadora y aterradora, es un cuento feroz sobre los instintos humanos y el salvajismo persistente.
