En la década de 1950, el fabricante alemán estaba al borde de la bancarrota, pues la Segunda Guerra Mundial había castigado a todos los habitantes e industrias de la Alemania Federal.
Fue así, que la gente buscaba una opción de movilidad súper económica.
Bayerische Motoren Werke AG, Fábricas de motores bávara, mejor conocido como BMW, encontró la solución en el Salón del Automóvil de Turin de 1954.
Pues un fabricante italiano dedicado a la fabricación de minicoches, había presentado una especie de triciclo, llamado Iso Isetta.
BMW adquirió los derechos del auto y también las instalaciones donde se fabricaba.
Nuevo ratón alemán
BMW hizo varios cambios para el pueblo alemán, desde el motor hasta el tamaño.
Al auto alemán se le incorporó un motor 0.25 de una motocicleta BMW con 13 caballos de potencia.
La transmisión automática de cuatro velocidades, pues no había mucho espacio para hacer cambios manuales.
El pequeño auto podía alcanzar hasta 85 km/h pero no por muchos kilómetros, pues a pesar de que su gran autonomía, el tanque de gasolina tenía capacidad para únicamente 13 litros.
Evolución
Poco tiempo después del lanzamiento del primer Isetta, apareció el Isetta 300.
Una versión ligeramente más potente y acabados más funcionales, como las ventanas que podían abrirse.
También apareció una versión para cuatro pasajeros, denominada Isetta 600.
Obviamente con un motor más potente y que podía alcanzar 103 km/h.
El Isetta comenzó como un vehículo funcional y austero. Pero se convirtió en un icono de la sociedad alemana.
A pesar de que se trata de un diseño italiano, el gran proceso de reingeniería que hizo BMW y la gran aceptación del pueblo alemán, lo convierte en un orgullo alemán.
El último Isetta se construyó en 1962 y actualmente es una rarísima pieza de colección muy codiciada.