En una época en la que las estrellas de rock gastaban mucho, pero mucho dinero por sus autos, Janis Joplin encontró en una agencia de autos usados un Porsche 356C de 1964, por el que solo pagó $3,500 dólares.
El color original del auto era blanco, un color bastante aburrido para el estilo de vida de Janis, y decidió usarlo como si fuera un lienzo.
El resultado es una serie de dibujos que describen según la cantante, “La historia del universo”, en realidad son algunos dibujos del Sol, estrellas y muchas flores que representan perfectamente la cultura hippie.
También en alguna parte de la salpicadera está un retrato de Janis con los miembros de su banda de entonces, Big Brother and The Holding Company.
El 356 de Janis se hizo tan famoso, que cuando sus fans lo veían en las calles, sabían perfectamente que la cantante estaba cerca.
El 4 de octubre de 1970, Janis no se presentó a una sesión de grabación, preocupado, su mánager fue al hotel donde estaba hospedada y solo encontró su Porsche estacionado y a Janis muerta en su habitación.
¿Qué fue del Porsche?
Tras su muerte, el Porsche pasó a manos de su mánager y cinco años más tarde se lo devolvió a la familia de la cantante.
Los hermanos de Janis lo utilizaron tanto que en poco tiempo estaba muy deteriorado de pintura y motor y decidieron restaurarlo incluso con la pintura original del Porsche.
En 1990, los hermanos de la cantante decidieron devolverle su gloria psicodélica y les encargaron a dos artistas que replicaran el mural de “La historia del universo”, el resultado fue un trabajo impecable.
Después de su restauración, el auto pasó muchos años exhibido en diferentes museos hasta que, en 2015, los hermanos de Janis volvieron a tomar posesión del auto y para subastarlo.
Se pensaba que se vendería en aproximadamente 500 mil dólares, pero la oferta ganadora superó por mucho esa cifra.
La nueva dueña, una mujer de 60 años, pagó 1.76 millones de dólares por el auto de la cantante.