El 13 de febrero se celebra el Día Mundial de la Radio, un invento cuya historia comenzó a finales del siglo XIX. Un aparato de gran tamaño y de uso estrictamente doméstico pues necesitaba de corriente eléctrica para funcionar.
Adaptando la radio para el automóvil
Fue hasta 1922, que George Frost, un ciudadano de Chicago, inventó un radiorreceptor pequeño con perillas para controlar el dispositivo. El invento lo colocó en su propio Ford T.
En ese momento el Ford T, además de ser el primer vehículo en ser fabricado en serie, fue el primero auto con un radio.
Después de algunos años, en 1927, una empresa estadounidense comenzó a fabricar radios de un tamaño compacto e ideal para ser instalados en cualquier vehículo de esa época. No tuvieron el éxito esperado, pues cada aparato pesaba más de 20 kilos y costaba 110 dólares.
Primera radio de coche
Después de años de desarrollar dispositivos complejos, pesados y muy primitivos, se logra desarrollar un aparato simplificado con botones y perillas fáciles de manipular.
Fue entonces que, en 1930, Chrysler decidió ofrecer un auto con opción de contar con radio instalado de fábrica.
En 1933, Ford se sumó a la lista y a los pocos años, la mayoría de los fabricantes ya ofrecían la opción de incorporar un receptor AM en sus vehículos.
Avances importantes de la radio en el auto
Fue hasta los años setenta que aparecieron los radiocasetes. Un avance tecnológico ofrecido en los autos más lujosos, pues permitía a los pasajeros escuchar su propia música.
En 1980, llegaron los reproductores de CD que introdujeron el sonido digital en el auto.
Llegaron los años 2000 y de la mano mucha tecnología en autoestéreos, incluso algunos capaces de reproducir videos.
A partir de 2010, los avances tecnológicos permitieron a los fabricantes de autos ofrecer sistemas de sonido enfocados en ofrecer calidad de audio.
En la actualidad, los autoestéreos han evolucionado a complejos sistemas de infoentretenimiento, los cuales cuentan con muchas medidas de seguridad para evitar cualquier distracción para el conductor.
Algunos capaces de ser manipulados mediante la voz o con el movimiento de las manos.