Durante los años 60 y 70, aparecieron los famosos muscle cars, autos que destacaban por su gran poder, con una producción limitada y, por lo regular, a un precio bastante alto, y entonces llegó el Valiant Super Bee.
La historia de hoy es totalmente diferente, pues se trata de un auto fabricado exclusivamente en México y para México.
Mientras que en Estados Unidos, Plymouth lanzó en 1968 el Road Runner como un muscle car económico, pero con todo el paquete de rendimiento necesario para lograr el grado de muscle car.
En México apareció el Plymouth Valiant Super Bee, un auto basado en el Coronet pero que, gracias a sus prestaciones, se consideraba una versión básica del Charger.
De hecho, muchos años más tarde, en 2007 existiría la edición limitada del Charger Super Bee.
El Valiant Super Bee es reconocido por ser un muscle car fabricado para el mercado mexicano, pero incluso llegó a ser un auto más potente que sus contrapartes del mercado americano.
La historia
Todo comenzó cuando el Plymouth Barracuda, después de un largo tiempo en el mercado, necesitaba un merecido final.
Ante eso, Plymouth, ahora Chrysler, decidió lanzar una versión más potente del Valiant para reemplazar al mítico Barracuda y lo nombró Valiant Super Bee.
Así, en 1970, llegó el primer Valiant Super Bee, que básicamente era un Valiant con franjas laterales y calcomanías de “Super Bee”.
Dos años más tarde, el Valiant Super Bee tuvo una actualización: se le adaptó un nuevo motor V8 de 5.2 litros y 270 caballos de potencia.
Con esta cifra, era suficiente para ganarse el título de muscle car, pero aún estaba por debajo de los muscle cars estadounidenses.
Mientras que en Estados Unidos, con la crisis del petróleo, los fabricantes automotrices fueron obligados a producir autos con menos de 300 caballos, en México las cosas mejoraron.
Pues en 1975, el Valiant Super Bee reemplazó el motor de 5.2 litros por uno de 5.9 litros y 300 caballos de potencia.
A partir de ese momento, el Valiant Super Bee era más potente y exitoso que los muscle cars producidos en el país vecino.
El Super Bee mexicano se mantuvo algunos años más como el auto más rápido de México, e incluso era el auto por excelencia de la policía de caminos.
La despedida
Con la llegada de los años 80, el Super Bee tuvo que enfrentarse a una fuerte competencia de otras marcas, como el Chevrolet Nova y el Ford Mustang.
En 1981, el Valiant Super Bee pasó el título del auto de gran rendimiento de Chrysler al Dodge Magnum.
Con el final del Valiant, el legendario título de “Super Bee” estuvo ausente por 27 años, hasta que en 2007 el Charger tendría una edición especial “Super Bee”. Esta vez en forma de sedán de cuatro puertas, que poco tenía que ver con el Charger o el Valiant de los años 70.