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Klaus Nomi, la fugaz historia de un Bowie que no brilló

Junto a David Bowie, Klaus pudo ser uno de los principales exponentes del New Wave, su lamentable historia nos narra la vida de un artista fuera de tiempo.

Keys Of Life: Introduccion

Nacido un 24 de enero del lejano 1944, el pequeño Klaus Sperber, a diferencia de otros niños, juntaba las monedas que su abuela le daba de gasto y compraba discos de ópera. Su fanatismo por María Callas le llevo a emplearse en su juventud como ayudante en la Ópera de Berlín y ofrecía sus primeros conciertos al equipo del teatro –mientras se hacía la limpieza- interpretando covers de Elvis Presley.

Comenzó a cantar por primera vez en la disco (antro) gay Kleist Casino, presentando sus mejores arias de ópera (Aria: dícese aria a la composición creada para ser cantada por un solista). Se mudó tiempo después a Nueva York a mediados de 1970 y tomó clases de canto mientras trabajaba de repostero.

Su nombre lo ideó usando el titulo de una revista de tema extraterrestre a manera de anagrama, la revista se llamaba “Omni”. Asi nace Klaus Nomi, un artista anacrónico que mezcló de manera magistral el Pop, el Rock y la Ópera.

Klaus Nomi: El Inicio

Su debut definitivo fue hasta 1978, cuando conquistó al público durante un evento de cuatro noches: el New Wave Vodevil, mismo que le permitió después trabajar con jóvenes talentos como Keith Haring, John McLaughlin y Verónica, una chica rebelde a quien el mundo conocería como Madonna.

Su creciente fama llamó la atención de Michael O’Donoghue y para 1979 ya aparecía en los créditos de la película experimental “Mr. Mike’s Mondo Video”, acompañado de personajes como Bill Murray, Carrie Fisher y Sid Vicius. A fines de año, David Bowie lo contrataría para ser su corista en el “Saturday Night Live”, interpretando nada menos que “The Man Who Sold The World” y “Boys Keep Swinging”.

Luego de un intento fallido por formar una banda con Kristian Hoffman, fue lanzado al mercado “Klaus Nomi” (nombre del disco), producido por la RCA Records, y cuya aportación al género pudo haberle valido el ser uno de los principales exponentes del New Wave. En este disco ya podían saborearse canciones como The Man Who Sold The World, o “You Don’t Own Me”.

Simple Man: El Último Respiro

Luego de una gira por Europa y Norteamérica, junto a su aparición en la canción “Six Simple Synthesizers”, de Man Parrish y su participación en el concierto Urgh! A Music War, dio vida a su segundo, y último álbum: “Simple Man”, con canciones como “After The Fall”, “Falling In Love Again” (extraída de la película “El Ángel Azul”), o “Ding Dong The Witch Is Dead” (de la peli “El Mago de Oz”), entre otras.

Ocasionalmente comenzaba a presentarse con un estilo diferente, mas lúgubre que futurista, cubierto en un traje a cuello completo de la época del barroco, consiguiendo tapar de manera sencilla las marcas que comenzaba a dejarle el sarcoma de Kaposi –una enfermedad en la que aparecen lesiones en la piel y órganos internos que se asocia a los problemas del sistema inmune, como el VIH o SIDA, que para entonces era una enfermedad nueva y falta de cualquier tipo de tratamiento-.

Alcanzó a interpretar en vivo el aria “The Cold Song”, de Henry Purcell, de la obra del Rey Arturo; dejó los escenarios en 1983 para morir meses después, un 6 de Agosto, a los 39 años. Su muerte simplemente fue terrible, ya que comenzó a agonizar cuando al sarcoma de Kaposi se le unió el herpes corporal y cáncer estomacal.

After The Fall: Klaus Nomi en la cultura

A pesar de su corta trayectoria, el trabajo de Klaus Nomi es piedra angular y referente a géneros nuevos para su época. Ha sido recordado en varias ocasiones luego de su perdida con cuatro producciones póstumas: Un disco en vivo, seguido de un recopilatorio, el documental “The Nomi Song” -estrenado en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2004 y dirigido por Andrew Horn. A propósito, si alguien gusta regalármelo solo llame a 01-800-LOOK-BACK, y culminando con el disco “Za Bakdaz” (una ópera inconclusa, lanzada en 2007).

Muchos artistas se han visto influenciados por Nomi a la hora del proceso creativo, uno de ellos fue Giorgio Moroder, haciendo el Tema de Tony para la película “Scarface”, de Brian De Palma, inspirado en “The Cold Song”.

Ha sido animado junto a Iggi Pop y David Bowie, apareciendo sus personajes en la serie de televisión “The Venture Bros”, de Adult Swim.

En “Phineas y Ferb” también le han rendido tributo. Su trabajo ha influenciado inclusive a otros artistas, Morrisey es su fan –garantizado por escrito-.

Entre otras cosas, su agudo sentido de la moda, con una onda futurista, andrógina y excéntrica, le ha permitido llevar su estilo a colecciones inspiradas y lanzadas por nada menos que Hugo Boss, Paco Rabanne, Givenchy, entre otros. Su vestimenta era mayormente dominada por cortes geométricos, maquillaje exagerado y un estilo capilar que rememora a la moda impuesta por el punk, todo esto acompañando a su magnifica voz para dar vida a una estrella que, lamentablemente, no brilló como debía.

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Alberto Perea

Melómano por herencia; bailarín frustrado y con dos pies izquierdos; un vago sin remedio; escritor de dudosa calidad; redactor que olvida comas y acentos; baterista hasta cuatro compases; poetastro (de esos que apestan); cantante de regadera; director de cine y teatro en sus sueños; Pero eso si, a toda madre el vato.

2 comentarios en “Klaus Nomi, la fugaz historia de un Bowie que no brilló”

  1. Recordando al gran Klaus Nomi
    Carlos Zerpa
    Decir que fui amigo de Klaus Nomi, sería una gran mentira, solo puedo afirmar que nos veíamos en la calle o en los clubs y nos saludábamos con mucha simpatía. Aun no era famoso.
    Recuerdo a Klaus Nomi, caminando o andando en bicicleta, por el Village a comienzos de los 80s, iba de lentes oscuros alargados, con un casco plateado que parecía un platillo volador, sobre su cabeza, con los labios y las uñas de las manos pintadas de negro, endosando sus maravillosas indumentarias. Mientras me tomaba un café expreso en el “Borgia Café”, lo saluda y él siempre cortés, devolvía el saludo. He looks como un Alien y canta like a Diva. Yo salía siempre a los clubs y bares, los jueves en la noche, el viernes no lo hacía pues la ciudad era invadida por lo que llamábamos “The New Jersey People”, no es por discriminarlos, pero eran muy ruidosos, escandalosos, alborotados, desordenados, gritones y sobre todo, eran muchos y abarrotaban todos los espacios armando un verdadero desmadre.
    Yo iba generalmente a un club llamado “Hurrah” que quedaba en el número 36 West de la calle Broadway con la 62. Ese club nocturno estaba lleno de grandes monitores que transmitían videos musicales todo el tiempo y que me gustaban mucho, de hecho, ese club fue el pionero en esto de poner muchos monitores enormes por todos lados, en ese territorio de la música Punk, Post punk, New Wave e Industrial Músic, se presentaron muchos grupos estupendos, recuerdo haber visto ahí a The Specials, a Klaus Nomi, a The Skids y a The Fleshtones… Nomi después de su show, se sentaba en la barra a tomarse una copa de champaña, en varias oportunidades chocamos las copas para brindar sin ningún tipo de rollos, parecía y era una diva, pero no se comportaba como tal.
    Recuerdo claramente a Klaus Nomi, quien llegaba al “Hurrah”, vestido como un pingüino en tela plastificada, en blanco y negro con una corbata de lazo enorme, como un alien, como un arlequín andrógino, like a freak Fellinesco, con la cara pintada de blanco, corte de pelo entre samurai y galáctico, con su amplia frente y un peinado con tres picos. Todos lo saludaban, comenzaba a hacerse famoso, pero nunca lo vi engreído.
    Nomi, se anticipó a la llamada “Cold Wave” con su banda formada por músicos andróginos haciendo una buena combinación de música electrónica y guitarras eléctricas, bailarines androides, odaliscas espaciales, decorados constructivistas y futuristas, al verlo parecía estar en el espacio del gabinete del Dr. Caligari, pero con espirales hipnóticas, luces gélidas del espacio exterior y vestuarios de otros mundos entre un blanco humo de hielo seco.
    Podías encontrar a “Klaus Nomi”, esa especie de pingüino elegante del New Wave, cantando, en el Club Lucky Strike, un club New Wave y Post Punk, tan de moda a comienzos de los 80s, que quedaba en el East Village de Nueva York, en una calle vecina a St. Mark, tenía los pisos y las paredes de cuadros blancos y negros como una gran caja de tablero de ajedrez. Perfecto para Nomi, de hecho, parecía decorado especialmente para él.
    Al otro dia por la tarde, seguro andaba por el Village paseando o haciendo compras, montado en su bicicleta.
    David Bowie lo vio una noche y quedó deslumbrado, esto fue durante una presentación en el Mudd Club. Nomi, se encontraba junto a Joey Arias, y Bowie decidió contratar a los dos artistas como coristas para su aparición en el programa televisivo Saturday Night Live, para que hicieran los coros en la canción “The Man who sold the World” (escrita por él y luego en un futuro, muy bien versionada por Kurt Cobain), con vestuario y ambientación inspirada en los trajes de Sonia Delaunay y Tristan Tzara, en donde el Nomi aparecería como un ser Punk Fantasmagorico y así fue. El programa se estrenó el 15 de diciembre de 1979. “Oh no, not me, I never lost control. You’re face to face. With the man who sold the world”.
    Tristemente en enero de 1983, Nomi se enferma. Los médicos descubrieron que el sistema inmunológico de Klaus había colapsado, la enfermedad que padecía, todavía no era llamada SIDA, fue una de las primeras figuras públicas en morir de esa nueva y fatídica enfermedad, su retrato en primera plana del periódico “Village Voice” en letras azules, anunciaba al mundo su sentida muerte por AIDS. Yo no podía creer que el maravilloso Klaus Nomi había fallecido, fue una muerte que en verdad me dolió mucho.
    Tenía sus dos discos en vinilo, los había comprado en Tower Records, siempre pensé que un día se los llevaría al Village, para que me los firmara, que lo invitaría a un café cuando lo viera en su bicicleta, pero nunca lo hice.
    Incluí su música en mi película “Uber Carlos”, y en mis exposiciones de 1985 en la Galería Sotavento de Caracas y en el Museo de Bellas Artes de Caracas, en las dos muestras, exhibí varios dibujos, retratos y pinturas que le hice, ese fue mi homenaje. Mi exposición “Grrr” del MBA, se la iba a dedicar a Nomi, por su repentina muerte, pero el catálogo ya estaba impreso.

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