Lo dijo Octavio Paz, “erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje”.
La literatura erótica ha sido obligada, por su contenido sexual, a ser leída en secreto, reservada a mentes abiertas al tema; la realidad es que es parte fundamental de las conductas humanas; lo dijo Octavio Paz, “erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje”, por tanto todos tenemos la necesidad de demostrar un erotismo individual, de ser admirados por las habilidades en el arte amatorio.
Con esto, hombres y mujeres utilizan sus cuerpos no sólo para el coito, además desarrollan su imaginación para llevar a cabo prácticas sexuales fuera de lo normal, para no caer en la monotonía del matrimonio tradicional que no es preocupado por el placer recíproco y que más bien sólo busca la reproducción.
El tabú a este tipo de expresión hoy es tan grande que es comúnmente confundido con lo pornográfico que es una descripción pura y simple de los placeres carnales en escenas explícitas que no dejan nada a la imaginación y que, a mi gusto, es mirar cómo dos personas en estado primitivo se comportan como bestias en un acto de reproducción que no deja frutos, sólo reina la inercia de sus deseos pasionales menguados hasta la aniquilación por la industria que manda sobre sus cuerpos.
Para la literatura es preciso distinguir lo erótico de lo obsceno; en Wikipedia, un buscador en línea, se define erótico a todo lo que vuelve a la carne deseable, que inspira una impresión de belleza y de juego placentero; algunas de las representaciones eróticas en el género literario son novelas de ficción con contenido erótico, historias cortas o cuentos, poesías, memorias y manuales de sexo.
La obscenidad devalúa la carne, se asocia con la suciedad y las imperfecciones.
Lo erótico es arte que emula los cuerpos en un acto de amor y pasión, en un conjunto estético y armónico de letras al punto del Idilio del autor con su musa, su fuente de inspiración. En estas lecturas se promueve lo que la figura erotizada de la mujer provoca y representa en el cerebro masculino.
La literatura antigua relativa al erotismo caracterizado principalmente por la unión de lo divino y lo terrenal, la presencia de las “quimeras” en la imaginación de todo poeta y escritor forma parte fundamental para la creación de los escritos de este tipo que idealiza una figura con deseos de todo tipo como una idea, ilusión o sueño que puede hacerse realidad.
El Kamasutra escrito por vatsyayana cuyo título según el portal planetadelibrosmexico.com significa “versión condensada del deseo”, fue creado como un texto religioso dirigido al pueblo con técnicas y consejos en las artes amatorias que van desde lo más sutil hasta una descripción detallada y gráfica de posturas sexuales y siguieron en más los contenidos polémicos como en Italia con Giovanni Boccaccio autor del Decameron en 1353 obra que narra cien historias diferente evidenciando lo lascivo del ser humano, haciendo alusión a costumbres populares que dejan testimonio de la vida, ética y moral de cada ciudad escrito en forma intima según la motivación de cada autor.
Con la apreciación abierta de la literatura erótica el mundo de preguntas y posibilidades puede abrirse a los lectores y a los que lo rodean, sean parejas sexuales o conocidos con un vasto conocimiento y una sana curiosidad el ser humano hoy puede alcanzar un nivel de placer antes desconocido y de cierta manera negado por miedo y un falso pudor puritano que provoca represiones y fijaciones nocivos para el desarrollo sexual.
VIVIR EN PLENITUD LA SEXUALIDAD ES ACCIÓN DE TODOS LOS SENTIDOS, DESDE TACTO, GUSTO Y CÓMO CONOCIMOS, VISTA, CON EL GUSTO POR LAS LITERATURAS ERÓTICAS.
Por: Jare Martínez.