Para un hombre que se obsesiona con la vanidad, el tiempo no es más que un enemigo impecable, a quien se puede controlar pero jamás ganar.
Ya lo habría dicho en algún momento el gran científico, y tocayo mío, Alberto Einstein: “el tiempo es relativo”. También citaría algo David Gilmour en la canción Time: “And then one day you find ten years have got behind you” (“Y luego un día te das cuenta de que tienes diez años detrás de ti”).
¿Qué problema hay entre el humano y el tiempo?
Si hago la pregunta es porque le ocurre también a su servidor, repentinamente se ha percatado de que su madre tiene canas, que su sobrina ya no tiene dos, sino once años y que a su hermano le sale barba. Para todos, sin excepción alguna, el transcurso del tiempo cambia en menor o mayor medida según transcurre el mismo, a algunos les sienta bien y a otros no.
Si hay algo más inexplicable a la pregunta ¿por qué? Son muchas las dudas que surgen con el tiempo y que una explicación sobre gravedad o una forma de medición no han sido suficientes para quedar satisfechos sobre el tema.
Como una oda al tiempo que siempre traiciona, y después de una serie de desafortunados eventos, como olvidar mi contraseña o quedarme sin internet, vuelvo a recomendarte alguno que otro cortometraje, por el gusto de ser mediados de semana y porque hacía falta. Te presento a Timelines:
https://vimeo.com/227201297
En Timelines podemos percatarnos de la manera en que el tiempo ocurre para un hombre, quien se obsesiona con su imagen física. El tiempo para él es una lucha interna con cosas como verse más viejo, notar sus arrugas, creer en una eterna juventud que jamás fue descubierta. Todo aquello que hace al hombre miserable.
Este corto fue proyectado en 2016 en la edición número 11 del Animfest de Atenas y es dirigido por Alan Jennings, un animador experimental independiente que vive en Los Ángeles. Llegó a contribuir para Cartoon Network y ha ganado diferentes en diferentes festivales de cine como el Slamdance, Primanima Animation Fest, entre otras.
Chaqueta mental: El tiempo no pasaría si me moviese a la velocidad de la luz.
