Review | Parasite (2019): Sobrevalorada.

Corea del Sur está en boca de todos por su película ganadora en el Festival de Cannes , “Parasite” (2019) dirigida por Bong Joon-ho. Aborda la crítica social desde la perspectiva de la sátira y el humor negro. Aclamada por la crítica a nivel internacional.

Me motivó a acudir a una función y deleitarme con esta maravilla como dice la crítica, que será la película del año, y probablemente, esté en los premios Oscar del siguiente año.

No podía evitar dar mis impresiones de esta cinta que está arrasando en la crítica internacional.

Y ya tiene dos premios en este momento:

“La Palma de Oro” del festival de cine de Cannes y el Festival de Sydney a mejor película.

Así que me atreví a ver la película ya que ha recibido además varias criticas positivas, una audiencia que ha elogiado la cinta por unanimidad, por lo tanto aquí mis impresiones

SINOPSIS

Tanto Gi Taek (Song Kang Ho) como su familia están sin trabajo.

Cuando su hijo mayor, Gi Woo (Choi Woo Shik), empieza a dar clases particulares en casa de Park (Lee Sun Gyun), las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados imprevisibles.

SÁTIRA Y LUCHA DE CLASES

La película “Parasite” (o en su idioma original 기생충 (), transliterado Gisaengchung) hace referencia a la pobreza y la marginación. Recrea un relato trágico y cómico acerca de la sociedad moderna.

Hasta este momento muestra una historia lúcida sin medias tintas, la película fluye en ese sentido, confrontando ambas realidad en ambas clases sociales.

Ya habíamos conocido a Arthur Fleck en “The Joker”, que recorre una narrativa similar del marginado y la reinvindicación de su pobreza.

A través de estos relatos se evoca la superficialidad de la clase alta, la radicalización del marginado y su parábola social que demuestra cuán fuerte es la sociedad cuando es más vulnerable.

La única grandeza de “Parasite” es su historia, es interesante en su premisa, pero que la ejecución no resulta adecuada.

Bong Joon-Ho se enfoca en la fotografía, en la riqueza visual y la estética de la composición artística, pero fuera de eso, el desarrollo de personajes y la trama principal concluye con debilidad.

Por otra parte el director Surcoreano pretende darle a la clase oprimida una reinvindicación y redención.

Con una rebelión de la clase baja hacia arriba, aunque eso si, a veces de manera cómica e ingeniosa, pero siempre con cierta gracia sombría.

“Parasite” refleja la polarización social, de quienes tienen mucho y quienes tienen muy poco, éstos últimos quienes fungen como héroes agraviados y se rebelan.

Es así como esta cinta es el cuento macabro sobre la identidad. Una identidad que están dispuestos a perder algunos, con la intención de mejorar su posición.

UN RELATO FANTÁSTICO… CON REALISMO.

Aunque Parasite, retrata una historia fantástica, es cierto que con la crítica social se acerca más a un cine moral antes que artístico.

Pero aunque la premisa es ingeniosa, es reflejo de la situación que viven campesinos en Beijing que se han refugiado en los sótanos debido a la sobrepoblación.

El director por su parte expone esa marginación como una consecuencia de los ricos que los oprimen y humillan, siendo la violencia la única forma de lograr un equilibrio.

O en algunos casos arrebatar, despojar a los otros de lo que han obtenido, a través de situaciones cómicas que suavizan la violencia del relato.

Los giros en la traman con la intención de sorprenden carecen de ese objetivo, principalmente, porque fallan en su objetivo de ser incendiarios.

“Parasite” es una mirada superflua a las clases sociales, a los marginados como individuos también superficiales.

Pero que expone a los ricos como insensibles, un retrato para las masas que disfrutan cada vez más la corrección política.

Y enaltecer al marginado social como héroe, moralmente superior, como víctima del devorador sistema capitalista que lo despoja de todo.