“The Batman” es la cinta de uno de los personajes más icónicos y populares de DC, centrada en un conflicto redentor, un viaje emocional desde su pasado hacia su presente, una epopeya íntima volcada en elementos criminales, bastante intrigantes e hipnóticos.
“The Batman” no es la típica cinta de super héroes, mantiene la sobriedad y por momentos esa línea más realista y tenebrosa como en The Joker, minimalista pero poderosamente emocional.
Algo huele podrido en Gotham
Matt Reeves, director y coguionista de la cinta, nos ofrece un espectacular thriller con un aspecto del mejor cine noir. Apacible, lento, intrépido y finalmente violento. Es bastante entretenido, de principio a fin, y puede que “entretenido” para algunos se simplifique en comedia y grandes dosis de acción alocada.
Matt Reeves parece explorar mejor el concepto de entregar un producto sensual, intrigante y lleno de personajes en un momento culminante de su drama personal.
“The Batman” nos pone en el principio de Bruce Wayne (Robert Pattinson); se explica en la cinta, que apenas lleva dos años siendo un justiciero, y la ciudad de Gotham desborda corrupción y decadencia. Cada personaje alcanza un estudio moral de si mismo, incluso aquellos que aparentan son alcanzados por la catarsis aristotélica, cayendo en la redención o suprimiendo sus valores.
Robert Pattinson sin presentar su mejor actuación, apenas cumple, no decepciona aunque tampoco será su mejor actuación. Un personaje nihilista, misterioso pero sobresale su virtud principal. Cumple sus dos facetas por el día como el meditabundo Wayne, callado, silencioso y nostálgico, por la noche como Batman, atrevido, valeroso, en busca de justicia. Parecen debatirse en Bruce Wayne ambas personalidades.
The Batman es nihilista, cruda, violenta, intrigante, fascinante y poderosamente satisfactoria.
Los otros personajes en los que se sostiene la cinta Selina Kyle (Zoe Kravitz) emerge como una figura arrebatadora, aunque impera una cierta coquetería, Zoe Kravitz nos envuelve con su nobleza, con su fuerza redentora y un estilo de lucha tendiendo hacia la justicia, con esa idea, acompaña al personaje de Bruce Wayne, porque ambos conectan desde su propio pasado, arruinados y solitarios con un objetivo común.
Personajes y protagonistas
Jeffrey Wright (James Gordon) un complemento cálido al tenor de las normas y los protocolos.
John Turturro como Carmine Falcone, Andy Serkis como Alfred, sobrio, paternalista pero con una participación irrelevante para la película. Y un brillante Collin Farrell como un personaje sólido mejor conocido como “El Pingüino”. El que también sorprende es Paul Dino como un enfermo y maniático Riddler aterrador y silencioso a la vez, como el mítico Hannibal Lecter. Su aparición en pantalla hace que toda la película marque el tono entre violento, desquiciado y a la vez un poco enigmático.
Con “The Batman” realmente no sabes qué esperar y eso es lo más maravilloso, que terminas realizando un viaje feroz y hermoso.
Lejos de ser lo mejor del año, estamos ante una obra vanguardista, sensual, gótica y profundamente salvaje, que incluso sabe encajar las piezas de los acertijos con maestría y destreza, sin que parezcan forzados o elaborados con el fin de resolverse, hay una escena incluso que Batman, en su traje de murciélago, se siente tan solo y vulnerable, eso lo acerca más a ser un héroe real.
The Batman es una cinta de vanguardia, sensual, tan distinta y en esa diferencia radica todo su lado artístico y su concepto.
Pues sus confrontaciones con su pasado, su necesidad de justicia y sus grandes contradicciones entre el héroe y el hombre profundamente solo y vulnerable. ¿Cuántos no nos hemos sentido tan solos y tan expuestos? Aunque estemos en el lugar que llamamos hogar.
Con Bruce Wayne narrando el inicio de la película, nos va adentrando en su propia visión de Gotham, en esa parte de su vida que está rota y su propósito. Bruce Wayne nos va guiando por el desastre de la ciudad, la compara, como Hank Moody en “Californication” con una poesía desgarradora, con ese aspecto nihilista de Travis Bickle expresando su dolor mediante su desgano a media noche.
¿Vale la pena?
“The Batman” es una obra que dista mucho de ofrecer un espectáculo vacío, es una sólida representación de un hombre perdido que busca un propósito en la vida, entre el nihilismo y su escepticismo, rodeado de podredumbre y hastío pero siempre atisbando a lo lejos un halo de esperanza.
Matt Reeves ofrece un relato crudo y a la vez más realista de la vida de un super héroe que a final de cuentas es un ser humano sin poderes especiales, cuya única fuerza y representación moral es su silueta de capa y muerciélago. Pero aún sobresale una figura de fragilidad y abandono.
“The Batman” es completamente diferente, pero si amas las películas realistas, con sobriedad y violencia, esta es la película que debes mirar.
Todo lo que has visto hasta ahora te hará cuestionarte muchas cosas, y es que la cinta se acerca demasiado a tu interior, escarba, absorbe a través de su protagonista y reúne a villanos poderosos que te hacen indagar en su humanidad.
“The Batman” es la recomendación de la semana, una gloriosa epopeya de el hombre que es Bruce Wayne y ese peso que debe cargar siendo Batman, el abandono, el rechazo social y su concepto de justicia. Es emotiva, llena de suspenso, intriga y recorre pasajes dolorosos y sombríos de la mente humana. Aceptable y bastante entretenida.
The Batman es una epopeya artística centrada en la redención, la justicia, la decadencia pero en sí, también sobre la habilidad del hombre para deshacerse de su miseria y buscar motivos para continuar.
