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Ford Maverick, superando expectativas

El renacimiento de Ford en la era de la crisis petrolera llegó con el Maverick, un auto que superó las expectativas.

Ford Mustang 1969.
Ford Mustang 1969.

En los albores de los años sesenta, Ford celebraba su éxito con el Mustang, un imponente vehículo deportivo que combinaba emoción y accesibilidad en un solo paquete. Sin embargo, el horizonte se oscurecía con la llegada de la década de los setenta y la inminente crisis petrolera, una amenaza que sacudiría los cimientos de la industria automotriz.

En 1973, la crisis petrolera golpeó a la industria automotriz a nivel mundial. Foto: PA Images.
En 1973, la crisis petrolera golpeó a la industria automotriz a nivel mundial. Foto: PA Images.

La compañía se enfrentaba a un dilema monumental: su adorado Mustang perdía brillo a medida que el costo de la gasolina se disparaba. Ford necesitaba un automóvil que mantuviera la esencia del Mustang, atlético, duradero y con prestaciones notables, pero a un precio mucho más asequible. Así nació el Ford Maverick.

Ford Maverick

El Maverick, a primera vista, recogía la esencia de otros vehículos emblemáticos como el Ford Falcon e incluso el Mustang. En su primer año, se produjeron 579 mil unidades que se vendieron como pan caliente. En ese período inicial, solo se ofrecía con carrocería de dos puertas y motor de seis cilindros. En esencia, el objetivo era claro: ser un “pequeño Mustang”.

Interiores del Ford Maverick.
Interiores del Ford Maverick.

Sin embargo, todo cambió en 1971. El Maverick comenzó a escribir su propia historia, desvinculándose en cierta medida del legado del Mustang. Se presentó en versión de cuatro puertas y se equipó con un motor V8 de 302 pulgadas cúbicas y 210 caballos de potencia.

Ford Maverick 1977.
Ford Maverick 1977.

Para entonces, el vehículo se había convertido en un sedán deportivo que compartía poco más que la marca Ford con el legendario Mustang.

Ford Maverick Shelby en la Expo México 1972.
Ford Maverick Shelby en la Expo México 1972.

El éxito del majestuoso auto fue tal que su producción se extendió a diferentes rincones del mundo, incluido México, donde tuvo su propia versión deportiva: el Maverick Shelby. Esta variante destacaba por su imponente toma de aire en el capó, heredada del Mustang Boss 429, así como por su tacómetro integrado y llantas de corte deportivo.

Motor 302 del Maverick.
Motor 302 del Maverick.

Bajo el capó, el mismo motor 302 de fábrica, potenciado hasta alcanzar los 300 caballos de potencia, proporcionaba una experiencia de conducción inigualable.

Con el paso de los años, este automóvil, aunque con la grandeza intacta, cedió el paso a nuevas generaciones. En 1977, se produjo la última unidad de este icónico modelo, poniendo fin a una era de innovación y rendimiento que, sin pretenderlo, superó todas las expectativas de la marca.

Ford Maverick
Ford Maverick 1970.

El Ford Maverick, nacido en tiempos turbulentos, se erigió como un faro de innovación y economía sin sacrificar el poder y la emoción que caracterizaban a su predecesor, el Mustang. Su legado perdura como un testimonio de la capacidad de Ford para adaptarse a los desafíos de su tiempo y dejar una huella imborrable en la industria automotriz. Aunque el último Maverick haya salido de la línea de producción en 1977, su influencia perdura en la esencia misma de los vehículos que continúan surcando las carreteras de hoy.

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Luis Mondragón

Amante de los autos y apasionado de la velocidad.

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