Considerado la columna vertebral del transporte público de la Ciudad de México, El Metro ha contribuido a resolver problemas de movilidad en la gran Ciudad de México.
Sin embargo cuando fue planeado, fueron pocos los que creían posible un transporte subterráneo en una zona sísmica y con características de subsuelo tan complicadas. Actualmente sería imposible imaginar una Ciudad de México sin la enorme red de El Metro.
Antes del Metro
Desde 1869, existía en la ciudad una línea de ferrocarril movida con vapor y que recorría 24 kilómetros desde Tacubaya hasta Talalpan. Las locomotoras eran tan pesadas que constantemente dañaban las vías.
En 1875, las locomotoras fueron sustituidas por carros jalados por animales, pero esos arruinaban el ambiente y molestaba a la alta sociedad porfiriana.
Justo con la llegada del nuevo siglo, comenzó a funcionar tranvía impulsado por electricidad. En esos años la Ciudad de México solo contaba con 540 mil habitantes.
Pasaron los años y la ciudad creció y en 1960 convivían en las calles tranvías, taxis, trolebuses y camiones muy deteriorados. , sin embargo la capacidad del transporte público ya no era suficiente para mover a casi 5 millones de habitantes.
Para resolver el problema la Ciudad de México volteó a ver a las grandes ciudades como Madrid y Buenos Aires que contaban ya con una red de tren subterráneo y replicaron un proyecto para México.
Después de muchas propuestas que habían sido rechazadas por su elevado costo, finalmente en 1967 se aprobó el proyecto y el 29 de abril de ese mismo año se publicó en el Diario Oficial de la Federación la creación del Sistema de Transporte Colectivo.
La línea rosa lo inició todo
Después de 27 meses de obra, finalmente el 4 de septiembre de 1969 la primera línea del Metro comenzó a funcionar. En ese entonces recorría 12.6 kilómetros desde Chapultepec al poniente de la ciudad, hasta Zaragoza al oriente.
Las obras de la Línea 1 del Metro atravesaron por zonas conflictivas de la ciudad, como el mercado de La Merced, sin embargo gracias al impecable trabajo de ingeniería, el Metro nunca ha representado un peligro para la ciudad.
Los meses siguientes, la Línea 1 se extendió, primero hacia el poniente, donde se le agregaron tres estaciones más hasta llegar a Observatorio. Al oriente se extendió hasta Pantitlán, siendo esta la estación terminal de esta línea en el sector oriente. Actualmente esta línea cuenta con 20 estaciones en un tramo de 18.8 kilómetros.
La obra tuvo un costo total de 2,530 millones de pesos, de los cuales, 1,630 millones provinieron del crédito francés y 900 millones por parte del Departamento del Distrito Federal.
Ampliación
A pesar de que la planeación de El Metro se hizo sin la ayuda de ningún tipo de computadora, su construcción tenía un récord de velocidad de 1 kilómetro por mes.
Apenas 3 años después de que inició la construcción de la primera línea, El Metro ya contaba con 40 kilómetros de cobertura distribuidos en 3 líneas.
El recorrido de la línea 1, de un extremo a otro, era de 25 minutos; de la Línea 2, 29 minutos y de la Línea 3, 11 minutos.
En 1977 se inició una segunda etapa de ampliación, la cual incluía la línea 4, la cual era una línea elevada y una super profunda, como lo es la línea 7.
Para 1999 el Metro ya se extendía fuera de la Ciudad de México con la línea A y B, que comunicaba al Estado de México con la capital.
Vestigios arqueológicos
Durante las labores de construcción del Metro han existido varios hallazgos, incluido un cráneo de mamut de 11 mil años de antigüedad, el cual se exhibe en la estación de Talismán; una pirámide circular dedicada a Ehécatl, el dios azteca del viento, alrededor del cual se construyó la estación de Pino Suárez; y en 2010, una tumba azteca de 500 años de antigüedad.
Los trenes estaban formados por seis carros con capacidad para mil pasajeros; más tarde la composición de trenes sería de nueve carros con capacidad de mil 500 pasajeros. La velocidad máxima era de 80 kilómetros por hora.
La construcción del Metro modificó para siempre el paisaje urbano de la capital. Junto con la creación de sus 12 líneas y 195 estaciones, se han tenido que planear puentes, pasos a desnivel, la aparición de plazas o glorietas, así como la modificación del sentido de las calles que los rodean. Y pensar que todo comenzó hace más de 50 años.
Actualmente La longitud total de la red es de 225.9 kilómetros con 195 estaciones, de las cuales 115 de ellas son subterráneas, 54 de superficie y 26 elevadas; Las Líneas son 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, A, B y 12, por las que diariamente se transportan 5. 5 millones de usuarios.
Para que El Metro pueda funcionar, cuenta con 15 mil trabajadores que laboran, en turnos, las 24 horas del día.
Accidentes
El 19 de octubre de 1975 un tren de la línea 2 chocó con otro que estaba detenido en la estación Viaducto. La causas fueron deficiencias técnicas en el sistema de frenado.
A partir de ese accidente se reforzaron los sistemas de seguridad con sistemas de piloto automático, caja negra, un tablero central de control y semáforos en cada estación.
El 4 de mayo de 2015 en la Línea 5 del Metro, específicamente en la estación Oceanía, dos trenes chocaron dejando varios heridos. El accidente fue causado por un error humano.
El martes 10 de marzo de 2020 en la estación Tacubaya. Alrededor de las 23:30 horas, el tren No. 33 se impactó contra el tren No. 38 sobre la vía dirección Observatorio en la estación Tacubaya de la Línea 1 del Metro.
El 3 de mayo de 2021, hubo un colapso en la Línea 12, resultado de pandeo de vigas por falta de pernos adecuados. Este accidente cobró la vida de al menos 26 personas. Hubo más de 100 heridas.