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Joaquín Sabina y Fito Páez, “Enemigos Íntimos”

El 16 de junio se cumple un año más del lanzamiento de un álbum atípico en colaboración de dos grandes cantautores en sus respectivos géneros.

Aunque en 1998 no era común fusionar géneros tan distintos y que aquello no terminara en un desastre musical, así fue como, después de un proceso musical y creativo, la genialidad de Joaquín Sabina y Fito Páez se conjugaron para regalarnos una de las obras musicalmente más diversas pero bastante íntima. La historia es bien conocida: lo que comenzó como una creciente amistad terminó en un distanciamiento provocado por los celos y el ego, hasta decretarse la enemistad en una entrevista pública casi un año después del lanzamiento del álbum.

Hoy, a pesar de que muchos esperaríamos un volumen 2 o una continuación del proyecto (algo que ya resulta imposible por las diferencias personales y creativas), es curiosa la influencia que ha alcanzado este álbum: los simbolismos, la poesía y, por supuesto, cómo la ironía que los unió fue la misma que los separó, tal cual como se narra en tono burlesco en el último track del álbum y que le da nombre al mismo: “Enemigos Íntimos” (1998).

Amigos y enemigos

Enemigos Íntimos

“Enemigos Íntimos” se convirtió desde su lanzamiento en 1998 en un ícono musical y artístico, aunque sepultó la posibilidad de una gira por las desavenencias personales entre Joaquín Sabina y Fito Páez. Se dice que sus personalidades eran tan distintas y contrarias entre sí que hubo momentos de choque. Además, se dijo en su momento que mientras Páez es bastante meticuloso y perfeccionista, Sabina es más bien bohemio y relajado, lo que llevó a constantes confrontaciones.

Por otro lado, creo que pudo haber sido el quiebre definitivo en la selección del director de uno de los videoclips. Previo acuerdo, Sabina elegiría el director del segundo sencillo “Delirium Tremens”, lo que enfureció a Páez al considerar que la elección de Sabina era un atentado a su historia, ya que favorecía a la última dictadura militar de 1976 después de haber derrocado al gobierno de María Estela Martínez de Perón.

Es de conocimiento general que después hubo ruptura social y laboral entre ellos, y que no volvieron a colaborar juntos. Incluso cancelaron la gira mundial que estaba prevista.

Sabina vs. Páez

Enemigos Íntimos

Poco tiempo después, se publicaron unas cartas en verso en las que uno criticaba la actitud del otro. Sin lugar a dudas, a pesar de los conflictos personales o ideológicos, unir a dos autores únicos y excepcionales en su género para lograr crear una obra tan diversa y rica, tanto musical como creativamente, que hasta la fecha sigue en la cumbre de los mejores discos en colaboración.

Basta con recordar la apertura introductoria de “La Vida Moderna” con un tema específicamente nihilista, sin olvidar, por supuesto, la irónica “Enemigos Íntimos”, último track que le da nombre al disco, muy similar a los versos satíricos entre los poetas españoles Francisco de Quevedo y Luis de Góngora.

Pero Joaquín Sabina y Fito Páez se escribieron una canción, quizá en el ánimo de calmar la tensión y tomarlo con humor, pero las disputas crecieron y más adelante, en las cartas, Sabina revelaba, entre otras cosas, que:

Lo más difícil ahí queda:
catorce hermosas canciones,
clips, reseñas, promociones,
mi voz de lija y tu seda;
con que sálvese quien pueda,
antes de que otras rencillas
conviertan en pesadillas
los sueños de la razón.
También sé decir que no
si me buscan las cosquillas.

No filmaré más video
ni discutiré contigo,
seguiré siendo tu amigo
sin urgencias ni careos.
De corazón te deseo
que lo entiendas noblemente
y le expliques a tu gente
que éste es un final feliz.
No puedo seguir así,
con la pluma entre los dientes.

Sin duda, aquí se confirma la teoría. La discusión tuvo su cumbre en la selección del director de su segundo clip, por lo que Sabina responde: “No filmaré más videos ni discutiré contigo”. Aunque, en teoría, la canción que le dio nombre al disco es una sátira de sus propias debilidades, como en el verso de dicha canción que Fito comienza cantando “Joaquín no sabe cantar, yo sí que soy un cantante”.

De modo brutal, Sabina responde en la misma canción: “Pero en rimas consonantes, si me extrañas mándame un fax”, lo cual produce cierta gracia. Pues mientras Paez critica a Sabina por su falta de voz, Sabina le revira a su vez a Paez su falta de talento en la rima.

Lo cual hace un verso bastante cómico. Pero, ¿cómo pudieron haber escrito esos versos sin haber arruinado el disco antes de su lanzamiento, a estas alturas que conocemos el conflicto interno dentro de la producción del disco?

Y Sabina concluye en su carta:

Tengo que empezar de nuevo
para escapar del abismo,
a decidir por mí mismo
sin contar con nadie;
debo atreverme, si me atrevo,
a demostrar lo que digo,
sin pretensiones ni testigos,
con aire nuevo en las pilas
y la conciencia tranquila
de éste, tu íntimo enemigo.

Pero Paez no se queda callado y le revira en dos breves versos con bastante veneno, tira los dardos y espera que lleguen al destinatario:

Quiero dejar testimonio
en estos versos que escribo
no creas que me he ofendido
con tu carta de fea rima
yo ya llegue hasta la cima
y tengo mi propio estudio
no me interesa tu turbio
arte bajo de letrinas.

Yo soñé con un buen disco
Pense «cueste lo que cueste»
Vos serías mi Nito Mestre
mi Art Garfunkel, mi Durietz
Y no funcionó, ya ves
pues sufrí todos tus males
Mi próximo disco a dúo
será con José Luis Perales
.

Una historia que cabe rescatar hoy para conmemorar un disco que alcanzó ventas insuperables, a pesar de la cancelación de la gira y de una reconciliación en términos artísticos diez años después, pero que no suponía una nueva colaboración de estos artistas.

“A vuelta de correo”

Enemigos Íntimos

Además, en el libro de Sabina “A vuelta de correo” se hace una remembranza de las desavenencias y por otra parte, el punto que culminó en una reconciliación, sin importar en ese entonces el impacto mediático positivo o negativo, pues era puramente cultural y no importaba el aspecto personal.

Su conflicto termina en dos misivas que se comparten en el mencionado libro de Sabina, y de las cuales se rescata la siguiente anécdota:

“¿Enemigos? De acuerdo, pero íntimos”. Ese es el resumen que hace Sabina de su relación con el músico Fito Páez, con quien tuvo un “desencuentro” a cuenta del disco, el vídeo y la gira que preparaban con “La vida moderna”, de 1998.

Páez “había empezado” enviándole una carta para “acabar con este melodrama de chilindrinas menopáusicas mareadas”, organizado, al parecer, por decisiones en las que intervenían la discográfica y la productora en las que Sabina vislumbraba deseos de “domesticación”.

Sabina le contestó en verso, “para que lo irremediable, diciéndolo, se perfume con emoción de compadre”, reconociendo que no tenía caso amargarse “estando más tiempo juntos de lo deseable”.

“Enemigos íntimos”

Cabe recordar “La Vida Moderna”, que abre el disco, reflejando el sentido de todo el álbum: hilarante por momentos, poético por otros, fresco y alegre. Los sencillos “Llueve sobre Mojado”, “Delirium Tremens”, “Yo me Bajo en Atocha”, “Más guapa que cualquiera”, “Flores en su entierro” y el himno de los borrachos “La canción de los buenos borrachos” complementan la obra.

Ya lejos del conflicto de personalidades, de la pugna de egos, de las discordantes armonías que se conjugaron para traer consigo una obra digna de la música popular, entre el lirismo amargo de Páez y la poesía reconfortante de Sabina, “Enemigos Íntimos” sigue siendo un referente cultural y musical envidiable, poético y lírico, con un toque de humor que fascina e hipnotiza, creando una historia fascinante en torno a Sabina y Páez, los enemigos íntimos.

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Prince W. Cantodea

Escritor desde 1999. En LookingBack desde 2018. Novelista y guionista. He escrito 3 novelas, un poemario, 14 cuentos, 3 ensayos y 4 guiones de cine. Publicado en varias revistas y diarios de México y España.

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