En “Soul” de Disney Pixar, que se estrenó el 25 de diciembre de 2020 a través de su servicio de streaming Disney+, se cuestiona a través de una profundidad interior y de una introspección, casi metafísica, sobre el alma y la existencia misma.
¡ESTA RESEÑA PUEDE CONTENER SPOILERS!
“Soul” de Disney Pixar, como película animada que cuestiona y reflexiona la existencia, parece bastante madura pero muy superficial al intentar responder todo lo que planteaba.
Hasta antes de mirar la cinta, creí que sería una especia de trama enfocada hacia la música soul en los suburbios de Nueva York de los años veinte.
Con un protagonista de raza negra, suponía que era una historia romántica acerca de la esclavitud, la búsqueda de la libertad a través de la música rompiendo esquemas culturales y sociales.
Historias profundas pero adaptadas para llegar a mayor público. Sin pretensiones que las de una poesía cultural y unos renglones de patriotismo y de políticamente correcto.
Y no era de extrañar que sintiera esa evolución de Pixar, cuando sus últimas cintas hablaban de forma divertida de la dicotomía de las emociones (“Inside Out”) o en la confusión de una muerte prematura que no se supera ni se comprende totalmente (“Onward”).
Sin embargo, gratamente quedé absorbido por la trama profunda y existencial, con elementos metafísicos y cuestiones espirituales, que nada tiene que ver con elementos religiosos.
“Soul” es como una sonata de piano, protagonizada por Joe (Jamie Foxx), un músico de jazz, quien sueña en ser una estrella de la música. Sin embargo da clases sin poder cumplir ese sueño.
Un día tiene una experiencia cercana a la muerte y se queda atrapado en el más allá, contemplando sus elecciones y lamentando su existencia. Es así como intenta cambiar su destino y su vida.
Una nota de jazz
El encargado de este proyecto es el veterano director Pete Docter (“Monsters Inc”, “Up”, “Inside Out”). A pesar de la experiencia previa en sus cintas anteriores con Pixar, elogiadas y aclamadas por la crítica, este film, aunque ambicioso y pretensioso, se queda en un buen intento.
El inicio es un prólogo superficial y con suficientes clichés como para saber de antemano a dónde se dirige la historia. Y podría resumirse en “No te obsesiones por tus sueños, disfruta la vida y el trayecto hacia lograrlo, si es que alcanzas tu sueño”.
Y sí, así de absurdo suena y así de absurdo es el mensaje que pretende transmitir.
Joe cae en coma y es atendido en un hospital pero su alma es enviada a un lugar llamado El Gran Más Allá. Es como el preludio antes de El Fin con una luz blanca que lo llevará hacia un plano más elevado. Pero Joe no está listo para eso y huye hasta una zona de colores brillantes denominada The Great Before.
The Great Before tiene como propósito ser mentor de almas para que descubran lo que ellos llaman “chispa” y encontrar la felicidad y un motivo de vivir.
“Soul” carece de vida
La premisa de “Soul” se apoya en construcciones filosóficas y metafísicas acerca del alma, la búsqueda de la identidad a partir de lo que deseamos y soñamos.
Es también una forma de enfrentar nuestros temores para cumplir lo que deseamos sin miedo a que eso sea menos extraordinario como lo imaginamos.
Aunque la idea es simple pero a la vez se intenta explicar con profundidad, carece de una estructura ordenada como Pixar suele hacerlo en otras películas, sin un mensaje contundente y mucho menos emotivo, por lo tanto menos inspirador.
“Soul” de Disney Pixar es simbólica y a la vez melancólica. Pero eso sí, una carga melancólica con dosis asimilables para el público adulto, aunque probablemente suficiente para el público infantil.
Aunque parecía una buena idea, sin ser consistente, innovadora o sorpresiva, toma elementos que funcionaron en otras películas y parece mezclarlas de manera desordenada.
La película puede funcionar para algunos por la melancolía, por la época en que es lanzada donde se intenta realizar una introspección sobre lo que hacemos, lo que soñamos y hacia donde nos dirigimos con nuestros propósitos de vida.
“Soul” es una obra bastante menor, más poética que emotiva. Es en realidad una oda a la existencia y el significado a la vida, pero que resulta tan vacía sin respuestas y poca atractiva.
