“Rápido y Furioso” es una saga de películas de acción que, en casi todas las escenas, más bien son de ficción.
Desde su debut en 2001, los protagonistas han sido Vin Diesel, Paul Walker (hasta su muerte) y un montón de carros.
La novena entrega de la saga finalmente se estrenó, pues la fecha original era en 2020, pero el Coronavirus también afectó al séptimo arte.
Supuestamente, el final de la historia estará dividido en dos y terminará en “Fast and Furious” 10 y 11, programadas para 2023 y 2024. Mientras tanto, estos son algunos de los autos que han causado mayor impacto en los amantes de la velocidad.
Dodge Charger 1970
Dominic Toretto lo heredó de su padre y lo reconstruyó. Impulsado por un enorme V8 con 900 caballos de fuerza y un supercargador, era capaz de recorrer un cuarto de milla en 9 segundos.
Reaparece para las películas 4 y 5 para rescatar a Toretto del transporte de una prisión.
Toyota Supra Turbo 1995
Un auto que Brian reconstruyó desde las cenizas en el taller de Toretto. Lo convirtió en un auto capaz de vencer a Ferraris y prácticamente cualquier auto.
Este auto y el Charger de Toretto compitieron en la última escena de la primera película, ambos recorrieron un cuarto de milla en menos de 10 segundos.
Nissan Skyline GT-R R-34 1999
El auto favorito de Brian O’Conner y uno de los más emblemáticos de toda la saga, apareció por primera vez en “2 Fast 2 Furious” en una carrera callejera de autos modificados.
De fábrica, este auto tiene 6 cilindros en línea y 280 caballos de fuerza, pero después de algunas modificaciones, Brian lo llevó a más de 500 caballos con ayuda de un poco de nitrógeno.
Ford Mustang 1967
La tercera entrega de la saga sucede en Tokio, donde los autos japoneses son los protagonistas; sin embargo, Sean Boswell combina un clásico americano con un potente motor japonés.
El auto protagonista es un Ford Mustang 1967 al que le adaptan el motor de un legendario Nissan Skyline de 2001.
Ford GT40 1966
Este auto que aparece en la quinta película de “Rápido y Furioso” es uno de los autos más importantes de Ford, sobre todo en los años 60, ya que llevó a Ford a la gloria en las 24 horas de LeMans.
Para la película no estaba modificado, pues realmente no hay mucho que mejorar. El GT40 está equipado con un motor de 8 cilindros y 7.0 litros.
Cada nueva película de “Rápido y Furioso” supera a la anterior en cuestión de acrobacias, ficción y escenas de fantasía, y sin duda cada una cumple lo que promete, adrenalina, acción y autos.