El anuncio de la protagonista del live action de La Sirenita, levantó polémica no por su etnia, sino por esa necedad de Disney y los lobbies de la inclusión a la fuerza, de cambiar las características de los personajes, para dar gusto a ciertos colectivos.
¿Cuál es la necesidad de convertir a un súper héroe en algo para lo que no fue concebido? ¿Cuál es la necesidad de gritar la orientación sexual o color de un personaje de ficción, cómo si su historia girara en torno a ello?
Hacen ese tipo de cosas como si quisieran hacer creer que no existen historias con protagonistas negros, cuando los hay.
Empecemos con Lothar, cuya aparición se dio alrededor de los años treinta para el cómic “Mandrake, el mago”, y si bien es cierto sus primeras apariciones contó con una imagen estereotipada, en 1965 fue modernizado por Fred Fredericks, además cambió su imagen de servidumbre, para ser presentado como compañero y así conformar la primera pareja interracial en la lucha contra el crimen.
En “The Spirit” aparece Ebony White, que presentaba una vez más el estereotipo de la época, que, conforme al tiempo, también evolucionó.
“El Príncipe de los bantúes”, presenta a un protagonista con más carácter y con una imagen marcada de líder, Waku, fue uno de los primeros en contar con una personalidad fuerte.
Durante el movimiento de los derechos civiles aparece Pantera Negra, llegando a contar con su propia serie en 1973. Halcón es otro de los personajes icono de los Vengadores; Tormenta en los X-Men es de vital importancia.
Hubo cómics que ahondaron la temática de los guettos, sin olvidar mencionar a Blade que ahora ya hace parte de los Vengadores, y cuya película protagonizada por Wesley Snipes, le dio relevancia a este héroe vampiro.
Sí, hay personajes negros a los cuales se les puede hacer su película sin necesidad de jugar a lo políticamente correcto. ¡Dejen evolucionar!